Qué esperar cuando se está esperando un bebé que no llega

España es el país europeo líder en tratamientos de fertilidad y el segundo país del mundo, en cifras absolutas, con más clínicas de reproducción asistida, una industria que se beneficia del cúmulo de condicionantes económicos y sociales que hacen que sea la población española la que más retrasa la edad de plantearse tener descendencia de toda Europa.

“Con lo que has sido… y ahora sufriendo tanto por ser madre”, "¿Por qué no adoptas?" , "Relájate y llegará” o “En cuanto te relajes, pasará” Si eres de las que después de un año intentándolo, no lo consigues, seguramente hayas empezado a escuchar frases de este estilo.

Pese a que España es un país líder en reproducción asistida la esterilidad seguimos siendo una sociedad rodeada de tabúes y estigmas, tanto para los hombres como para las mujeres.

Debemos terminar con esto, es necesario compartir más información y vivencias para que a otras mujeres no les pille de sorpresa la dificultad emocional que entraña esta espera y la carrera de obstáculos de la reproducción asistida.

Desde que decidisteis convertiros en papás ya han pasado varios meses de espera, pero el embarazo no llega

En esta situación es fácil dejaros vencer por la negatividad y la decepción, y muy normal también que os sobrevengan dudas sobre si ciertamente podréis cumplir vuestro sueño algún día. La reproducción asistida se plantea como una opción, pero ¿cuánto tiempo debéis seguir intentando el embarazo espontáneo antes de consultar con un experto en reproducción humana?

La respuesta depende sobre todo de la edad de la mujer. En general, se recomienda consultar al especialista si tiene menos de 35 años y ha pasado un año sin conseguirse el embarazo de forma espontánea. O si tiene 35 o más años y pasan 6 meses con el mismo resultado negativo.

En el caso de que seas menor de 35 pero tengas alguna patología que pueda afectar a tu fertilidad, y por tanto a la posibilidad de quedarte embarazada, también debes consultar antes. Es el caso de enfermedades como ovario poliquístico o endometriosis. En el hombre deben contemplarse asimismo patologías que puedan afectar a la calidad de su semen.  

Un recién nacido o te devolvemos el dinero

Así rezan varios eslóganes de clínicas de fertilidad. Pero la realidad es que hay mucha letra pequeña y, si te quedas embarazada a la primera, no te devuelven el dinero proporcional. Además, estos programas excluyen a pacientes con índice de masa corporal superior a 30, a mujeres con patologías uterinas o que hayan sufrido abortos sin causa identificada, y a hombres con factor severo de infertilidad.

Te dicen que si tienes el útero sano, tarde o temprano lo conseguirás, y te convences de ello. Pero hay gente que no lo consigue. Tienes que trabajar la idea de qué pasaría si durante esa espera no logro ser madre.

A cada intento fallido muchas parejas no pueden evitar culparse y dejarse arrastrar por el mensaje de que es cuestión de esfuerzo y perseverancia.

La espera reproductiva afecta a la salud mental

Es como cuando llevas mucho rato esperando un autobús que no sabes cuándo va a pasar y temes que si te vas pase justo después.

Terapia con imanes, flores de Bach, medicina china... muchos estafadores hacen negocio de la desesperación de muchas parejas. Algunas de ellas también acaban entrando en foros de fertilidad.

Al final terminas sintiéndote parte de ese colectivo de mujeres angustiadas. La expectativa de ser padres que no se concreta incrementa la ansiedad. Cuando una pareja decide tener un hijo y el test de embarazo no acaba de dar positivo, comienza a crecer el estrés porque el bebé no llega.

Cada pareja es diferente y si el embarazo se retrasa es muy importante analizar cada caso concreto. Dejemos de estar tan pendientes de estas parejas. El bienestar mental de una persona afectada por ansiedad y estrés por la espera le afecta como un trastorno ansioso-depresivo.

Es importante que estas parejas se sientan bien acompañadas durante la espera. Las mujeres debemos mandarnos mensajes de aliento, consejos para reducir la ansiedad, trabajar, escribir, leer, seguir saliendo, estar mucho con las amigas, cuidar la relación de pareja. En este camino se aprenden muchas cosas sobre reproducción, sobre nosotras mismas y sobre nuestros cuerpos.