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El pasado sábado dio comienzo el mes de Ramadán, por lo que los más de 1.600 millones de musulmanes que hay en todo el mundo deberán abstenerse de comer, beber y tener relaciones sexuales durante las horas de luz, desde el alba hasta la puesta de sol.
En España, cerca de 2 millones de musulmanes estarán obligados a realizar el ayuno durante trece horas diarias, ya que el amanecer suele tener lugar sobre las 7:50 de la mañana y la puesta de sol se produce a las 20:45.
El mes de Ramadán siempre trae consigo mucha polémica en el mundo del deporte, sobre todo en el de élite. El estado y rendimiento físico de los deportistas puede verse afectado de manera muy directa a causa del ayuno y la falta de hidratación mientras las competiciones siguen su curso normal.
¿Qué es el Ramadán?
El Ramadán coincide con la fecha en la que el Profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes y que establece los límites en las relaciones entre individuos y entre el individuo y la comunidad. Durante este mes, los musulmanes están obligados a respetar el sawn o ayuno, acto de auto-purificación.
De esta manera, este mes sagrado del Islam tiene, además de la función religiosa, una sanitaria (purifica el cuerpo), una mental (fortalece la voluntad) y otra moral (hacer comprender lo que sufren las personas privadas de alimentos).
El Ramadán es obligatorio para todo musulmán en plenas facultades mentales, desde la pubertad hasta el final de sus días. Es el cuarto pilar del Islam, por detrás de la profesión de fe, la oración y la limosna. La peregrinación a La Meca sería el quinto pilar de dicha religión.
¿Cómo afecta el ayuno a los deportistas de élite?
Entre los más de 1.600 millones de musulmanes que existen en el mundo, hay miles de deportistas, muchos de ellos de élite. Como es lógico, estar durante un mes entero en ayunas y con falta de hidratación puede afectar negativamente a su rendimiento y a su estado físico. No obstante, los deportistas afrontan el mes de diferentes maneras.
- Jugadores que deciden no practicar el Ramadán durante el día de partido: El mejor ejemplo de este grupo son las dos grandes estrellas del Liverpool, Mohamed Salah y Sadio Mané. Ambos jugadores deciden parar su ayuno en los días de partido para así encontrarse en la plenitud de sus facultades físicas.
- Jugadores que lo practican de manera más laxa: Es el caso de Karim Benzema, jugador del Real Madrid. Durante el mes sagrado, el jugador de origen argelino se alimenta de tartas dulces, dátiles y frutas.
- Jugadores que siguen el ayuno de manera radical: Aunque parezca mentira, se trata del grupo más numeroso. A pesar de que muchos de ellos compiten al máximo nivel, no comen ni beben nada hasta que cae la noche. Estos deportistas argumentan que, a pesar de no ingerir alimento alguno, "la fuerza de Alá les ayuda a jugar mejor". Jugadores como Noussair Mazraoui defiende que Alá le otorga mucha más fuerza que la que le podría otorgar la ingesta de cualquier alimento.
La exención a la que se atienen varios futbolistas
Varios grupos de personas están exentas de seguir el Ramadán de forma radical. Niños, mujeres embarazadas en época de lactancia o maternidad, ancianos terminales, personas con discapacidades mentales... Pero existe otro grupo al que se atienen los futbolistas de élite en numerosas ocasiones.
Se trata del precepto que excluye a las personas que viajan en un día más de 84 kilómetros a seguir dicho ayuno. Por tanto, aquellos jugadores que juegan de visitante durante esa jornada, podrán saltarse el ayuno. Sin embargo, los musulmanes que se atienen a este precepto deben recuperar ese día de ayuno antes de la celebración del próximo mes sagrado, por lo que tienen un año entero para administrar su tiempo y realizar las jornadas de ayuno correspondientes.
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