Las ratas son las grandes beneficiadas por el cambio climático

Los efectos del cambio climático sobre la fauna también se dejan sentir en las ciudades y en esos animales que conviven en el mismo lugar con nosotros. Eso pasa con las ratas o cualquier otra clase de roedor.

Estos vecinos poco deseables, a los que nadie quiere ver cerca, son portadores de gérmenes y parásitos por ser sinónimo de suciedad.

Y es que la falta de lluvia y los inviernos más cálidos han hecho que su presencia haya aumentado en los últimos años. El calentamiento global es un problema, que como vemos, causa alteraciones en los ecosistemas, perjudicando a todos los seres vivos.

Las ratas aumentan su población debido a los estragos del cambio climático y del calentamiento global

Los científicos apuntan a que estas alteraciones en el sistema climático podrían ser beneficiosas para una especie concreta: las ratas.

Así, advierten de que el aumento de las temperaturas podría convertir las grandes ciudades en el hábitat idóneo para que las ratas se reproduzcan. Y es que estas han cambiado sus hábitos y cada vez es más frecuente verlas merodear fuera de sus lugares habituales, como son las alcantarillas.

Por tanto, los ayuntamientos están trabajando para poder dar solución al problema y evitar que estos roedores salgan tanto a la superficie y se formen plagas que pueden traer graves consecuencias para todos.

El cambio climático se nota porque al haber más tiempo de calor, se acortan los periodos de hibernación. Las ratas tienen más actividad, y se reproducen más meses al año.

En concreto, Bobby Corrigan de la Universidad de Cornell, es el científico que ha predicho que, para finales de este siglo, se habrá producido un calentamiento global de dos grados Celsius. 

Los roedores necesitan de climas cálidos para vivir

El cambio de la temperatura ya nos está haciendo vivir invierno más cálidos y veranos más calurosos aún, estas son unas condiciones propicias para que las ratas se reproduzcan.

Y es que las ratas prefieren las altas temperaturas, huyen de lugares fríos y húmedos. Aunque pueden vivir cómodamente con unas temperaturas alrededor de 25 grados, para tener un hábitat perfecto estaría alrededor de los 30 grados. 

Además, el rápido periodo de gestación de las ratas, que es de unos 14 días, sumando la capacidad de las crías para empezar a reproducirse con un mes de vida, hacen que las ratas puedan producir entre 15.000 y 18.000 especímenes en menos de un año. 

El aumento de las ratas en las urbes, puede tener efectos negativos para la salud, ya que son portadoras de parásitos y pueden transmitir enfermedades.