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El cambio climático es más que un hecho, por mucho que se intente negar desde algunos sectores. Esto hace que los seres humanos nos veamos abocados a una serie de retos cada vez más complejos para revertir la situación y asegurarnos una vida confortable en nuestro planeta. Los refugios climáticos son parte de esas ideas e iniciativas que se buscan poder implementar como solución a corto y medio plazo. Sin embargo, no todas las urbes están preparadas.
Pero, ¿En qué consisten los refugios climáticos? Básicamente es el poder acondicionar espacios, entornos o ciudades, a través de métodos de autoconsumo y sostenibles, microclimas que sirvan como refugio a las elevadas temperaturas que ya empezamos a sentir cada año y que es muy posible que sigan subiendo debido a la inactividad política o por que las soluciones siguen siendo escasas. Podemos ver diferentes ejemplos estos refugios, tanto a pequeña como a gran escala.
¿Están las ciudades preparadas para convertirse en refugios climáticos?
Como mencionábamos antes, ya se empiezan a ver ciertas iniciativas y proyectos que van introduciendo pequeños refugios climáticos en las ciudades. España es un buen ejemplo para ello, donde en ciudades del sur, en las que se acostumbran a soportar elevadas temperaturas, ya es más común encontrar espacios con sombras, abiertos y pensados para crear un pequeño oasis en los barrios, donde pasar las tarde algo más frescos.
En otras ciudades del mundo, estos ejemplos se pueden ver a mayor escala, donde se trabaja la transformación al completo de grandes urbes en refugios climáticos. Este puede ser el ejemplo de Singapur, que a pesar de tener importantes desafíos climáticos, se ha invertido de forma potente en convertir la ciudad en una "jungla urbana" llena de vegetación efectiva que genere una reducción en el impacto de las islas de calor que sufre la ciudad o incluso el aumento del nivel del mar.
Por que sí, el calor no solo significa un par de grados más en el termómetro cada año, sino también el incremento del nivel del mar por el deshielo y la pérdida de agua dulce. Dos motivos, sumados a la sequía y por tanto las hambrunas, que ya están empujando a muchas personas a convertirse en refugiados climáticos. Grupos de población que buscan ciudades con mejores condiciones climáticas
Hacer frente a un colosal e inminente reto
Si bien es cierto que adaptar las ciudades para que estas sean más sostenibles es primordial. Sin embargo, no todas pueden alcanzar el nivel de tecnología o adaptabilidad a este tipo de refugios climáticos. Esto puede deberse a varios factores, que van desde la orografía del paisaje, pasando por la incapacidad económica o incluso por la inestabilidad política.
Construir refugios climáticos en ciudades no es tan sencillo como pueda parecer y requiere de grandes inversiones, así como de compromisos políticos que secunden por el camino de frenar el cambio climático. Esto quiere decir que la gran parte de las ciudades no están preparadas para asumir esto y que muchas se verán gravemente comprometidas por las migraciones de personas y por el propio clima.
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