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El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, cree que el estado de alarma “podría prolongarse hasta el veintiséis de mayo”.
Revilla ha realizado estas declaraciones después de la conferencia telemática que el presidente del Gobierno ha mantenido con los diecisiete presidentes autonómicos. Además, el presidente cántabro ha querido destacar que ha habido más desacuerdo que en otras reuniones.
Revilla pidió una solución para Cantabria, que como la mayoría de comunidades autónomas se encuentra en una situación “insostenible” al no tener los ingresos que entre otros sectores genera el turismo durante la Semana Santa y haber aumentado el capítulo de gastos debido al COVID-19.
El presidente cántabro ha planteado un par de peticiones a Pedro Sánchez
Además, el dirigente regionalista ha planteado que los ayuntamientos pudieran disponer de unos fondos que se encuentran bloqueados. Respecto a ello, el dirigente ha declarado que se está buscando una solución: “Lo que sí dijo de una manera genérica global es que no va a haber estrecheces de liquidez que impidan el funcionamiento normal de las autonomías”.
Otra de las peticiones de Revilla a Sánchez ha sido que algunos colectivos pudieran salir a la calle. Hubo respuesta positiva por parte del presidente del Gobierno al jefe del Ejecutivo cántabro.
Comienza el reparto de mascarillas
El Gobierno cántabro comenzó el sábado 11 de abril el reparto de mascarillas higiénicas desechables como una de las medidas de prevención ante el COVID-19. Cantabria será una de las primeras comunidades autónomas en poner a disposición de la población estos elementos de manera gratuita.
La distribución de las mascarillas se realizará en colaboración con Correos allí donde los ayuntamientos superen los ocho mil habitantes. En las corporaciones municipales con menor número de habitantes al indicado, los encargados de llevar las mascarillas de protección serán las agrupaciones de Protección Civil y los voluntarios de la Cruz Roja.
Cada hogar cántabro recibirá cinco mascarillas. Estas mascarillas están confeccionadas con doble capa de celulosa que nunca podrán sustituir a una mascarilla quirúrgica homologada.
Por otra parte, la doble capa de celulosa es un material totalmente ecológico, biodegradable, dermatológicamente testado y procedente de superficies con gestión forestal certificada. La barrera protectora que ofrecen se considera "óptima" en las situaciones cotidianas permitidas por el estado de alarma y es "muy superior" a la de otras opciones de algodón o tela.
El reparto masivo de mascarillas a la población fue anunciado por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en previsión de que este material va a ser de uso imprescindible hasta que la pandemia de coronavirus esté totalmente controlada.
Antes de la conferencia telemática de los diecisiete presidentes autonómicos con Pedro Sánchez, Miguel Ángel Revilla pasó la semana anterior por LaSexta Noche declaró que “tenemos una sanidad impresionante, para mí la mejor del mundo, y sobre todo los sanitarios, pero estábamos preparados para lo previsible”.
La población ha mostrado su descontento a través de las redes sociales
Las redes sociales o más bien dicho, los usuarios de estas plataformas han dictado sentencia frente a las mascarillas que ha traído Revilla a los hogares cántabros. El debate ha empezado hace unas horas en el que un usuario se grababa un vídeo que ha ido circulando y en el que se queja porque la parte baja de la mascarilla está “entera abierta” y deja que los probables gérmenes puedan pasar a la boca.
Además, ese usuario reitera que para llevar bien puesta la mascarilla debería tapar hasta los ojos. Otros perfiles denuncian que estas mascarillas no son más que “dos servilletas de papel” que dejan traspasar todo lo que hay a su alrededor.
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