16/06/2024 - 11:30
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El debate sobre si es beneficioso bañarse con agua helada ha generado numerosos "mitos y verdades" entre personas de todo el mundo, especialmente dentro de la comunidad fitness. Sin embargo, los expertos advierten lo contrario.
Durante un largo período, multitud de figuras destacadas en el ámbito deportivo e incluso influencers han argumentado que bañarse con agua helada conlleva beneficios significativos para la salud.
Durante los últimos cinco años, se ha observado un notable aumento del 245 % en las búsquedas relacionadas con el baño de hielo, y del 268 % en las relacionadas con los baños en agua helada. Además, las búsquedas de tinas de inmersión en frío han experimentado un aumento significativo del 177 % en los últimos 12 meses a nivel mundial, alcanzando así un máximo histórico.
Los supuestos beneficios de bañarse en agua helada
El ritual consiste en meterse cada día en una bañera llena de agua helada e incluso con cubos de hielo, con el propósito de:
- Proteger el sistema inmune
- Ayudar a prevenir o aliviar los síntomas de la depresión
- Protegerse de enfermedades cardiovasculares
- Ayudar a recuperar los músculos doloridos tras una intensa sesión de deporte
- Mejorar el sueño
Los expertos difieren
No obstante, los expertos en la materia han señalado que esta práctica, que ha ganado considerable reconocimiento por su eficaz estrategia de marketing, en realidad presenta más riesgos que beneficios. Además, aseguran que no existen pruebas científicas contundentes que respalden los supuestos resultados positivos asociados con este hábito.
Los investigadores realizada por científicos noruegos, explican que los beneficios anteriores se consiguen con una vida activa, a la práctica de deporte y a una alimentación saludable.
Las consecuencias de realizar esta práctica
La investigación indica que han explorado los efectos reales que el agua helada tiene en nuestro cuerpo, tales como un aumento en los niveles de cortisol o la posibilidad de hipotermia. La hipotermia puede provocar síntomas como confusión, pérdida de coordinación y, en casos graves, incluso puede ser mortal. En contraste, el choque térmico, causado por cambios abruptos y extremos de temperatura, puede resultar en mareos, desmayos y, en situaciones extremas, podría desencadenar un paro cardíaco.
La práctica de sumergirse en agua muy fría muestra en los sujetos un aumento de la hormona del estrés (cortisol), además libera hormonas que son responsables del placer como la dopamina, por lo que esa sensación de bienestar podría estar asociada a que el cortisol se dispara, lo que hace que podamos sentirnos más despiertos, ya que nuestro cuerpo está en alerta.
La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) advierte que exponernos a agua helada de golpe puede ser perjudicial para el corazón, por lo que es crucial abordar esta práctica con conocimiento y precaución. Las personas que tienen condiciones médicas específicas, como enfermedades cardíacas, hipertensión o problemas circulatorios, deben buscar orientación de un profesional de la salud antes de intentar esta práctica.
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