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Los ricos más ricos y los pobres más pobres. El reparto de la riqueza mundial vuelve a enfrentarse a esta dicotomía después de haber experimentado unas ligeras diferencias estos últimos 25 años en los que la pobreza parecía remitir más de lo que aumentaban las riquezas de unos pocos. Así lo ha señalado el nuevo informe lanzado recientemente por Oxfam Intermón, en el marco del inicio de uno de los foros internacionales más importantes, el foro Económico de Davos.
Bajo el título 'La ley del más rico', esta organización internacional, ha querido poner de relieve que el 1 % más rico de la población global acumula el 63 % de la riqueza mundial producida en todo el planeta entre diciembre de 2019 y el miso mes de 2021. Además, informa de que el aumento de la riqueza de este 1 % se ha incrementado en un total de 42 millones de dólares en este periodo, lo que supone casi el doble de lo que obtuvo el otro 99 % restante de la población.
El reparto de la riqueza mundial vuelve a ser fuente de desigualdad en 25 años
“Por primera vez en 25 años, la riqueza y la pobreza extrema aumentan simultáneamente”, alertó Fran Cortada, director de Oxfam Intermón. Según las cifras que maneja el informa de la organización, por cada dólar de nueva riqueza mundial que recibe una persona del 90% más pobre de la humanidad, un milmillonario se embolsa 1,7 millones de dólares.
De hecho, la fortuna de los milmillonarios crece a un ritmo de 2.700 millones de dólares diarios. Esto se suma a una década de ganancias históricas, en la que el 1% más rico de la población concentró el 50% de los nuevos ingresos. Durante este tiempo, el número de milmillonarios y su riqueza se duplicaron, mostrando así una más que amplia desigualdad en cuanto a reparto de la riqueza mundial.
Cortada citó al Banco Mundial para alertar de que “podríamos estar ante el mayor incremento de la desigualdad y la pobreza entre países desde la Segunda Guerra Mundial. “Estados enteros se encuentran al borde de la bancarrota”, declaró y en las mismas advirtió que “Los países más pobres destinan cuatro veces más recursos al servicio de la deuda (en manos de ricos acreedores) que a sus servicios de salud pública”.
Tal es el caso de Brasil, que en 2021 invirtió tres veces más en el pago de su deuda que en sanidad. “Mientras los hogares más vulnerables sufren para llenar la nevera o mantener una temperatura adecuada, el extraordinario crecimiento de los beneficios empresariales en sectores como la energía y la alimentación ha disparado los patrimonios de los más ricos”, sentencia.
Los beneficiarios de la inflación
Mientras gran parte la población mundial ve con gran preocupación el incremento galopante de la inflación derivada de la guerra de Ucrania y la crisis energética, según este informe, 95 grandes empresas dedicadas al abastecimiento energético y alimenticio, duplicaron sus beneficios en 2022, cuyo 84 % fue destinado a remunerar a sus accionistas.
El desequilibrio en el reparto de la riqueza mundial se ve especialmente agravado cuando se observa el incremento en los precios que ha generado esta inflación, que ya ha supuesto que al menos 1.700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en países donde el crecimiento de la inflación se sitúa por encima del de los salarios, y más de 820 millones de personas en todo el mundo (una de cada diez) pasan hambre.
Esta situación del reparto de la riqueza mundial, afecta de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, que suelen comer en último lugar y en menores cantidades. Ellas representan casi el 60% de la población mundial que padece hambre.
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