La nueva ley de bienestar animal no ha dejado de dar de qué hablar. Ahora es el turno de los gatos y la prohibición de sacrificarlos recogida en esta ley.
Matar a un animal o producirle secuelas graves y permanentes de una forma intencionada, el sacrificio no autorizado o la eutanasia de animales con medios y personal no cualificados, tendrán multas de entre los 100.001 a los 600.000 euros.