Las bebidas energéticas, aunque populares, no están bien reguladas y pueden ser perjudiciales debido a su alto contenido de cafeína, azúcar y otros aditivos. Se aconseja limitar su consumo.
Un estudio ha encontrado una fuerte asociación entre la exposición a temperaturas extremadamente altas, como las olas de calor, durante el tercer trimestre de embarazo y el riesgo de parto prematuro.