El futuro del sector nuclear en España, un desafío fiscal

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04/03/2025 - 10:40
El sector nuclear en España

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El sector nuclear en España lleva meses advirtiendo sobre la inviabilidad de su actividad debido a la carga impositiva que enfrenta. Las empresas propietarias de las centrales nucleares, como Iberdrola, Endesa y Naturgy, aseguran que con la actual presión fiscal no podrán operar más allá del calendario de cierre establecido, lo que podría afectar el suministro eléctrico en los próximos años. A continuación, se analizan los principales impuestos y tasas que afectan a esta industria y las demandas del sector al Gobierno.

Una carga fiscal considerable para el sector nuclear

Las centrales nucleares activas en España -un total de cinco, con siete reactores en funcionamiento- enfrentarán una carga fiscal superior a los 1.500 millones de euros en 2025, según un análisis de PwC. Este importe está compuesto por una variedad de impuestos y tasas, entre los que destacan:

  • Tasa Enresa: Se destina a la gestión de residuos radiactivos y al desmantelamiento de las centrales. En 2025, representará el 36,6 % del total, es decir, 573,2 millones de euros.
  • Impuestos estatales: Suponen un 35,5 % del total, con una recaudación de más de 555 millones de euros.
  • Otros gravámenes: Incluyen tasas municipales, autonómicas y otras contribuciones específicas del sector.

Uno de los principales puntos de conflicto entre el sector nuclear y el Gobierno es la 'tasa Enresa'. Su coste ha aumentado significativamente en los últimos años, con subidas del 20 % en 2019 y del 30 % adicional el año pasado. Las empresas propietarias han llevado su oposición a esta carga hasta el Tribunal Supremo, alegando que el coste final es muy superior al previsto inicialmente.

La distribución de esta tasa entre los siete reactores es equitativa, aunque las centrales con dos reactores, como Almaraz y Ascó, pagan más (166 millones anuales). Las centrales de Trillo, Cofrentes y Vandellòs, con un solo reactor, deben abonar entre 79,8 y 84 millones anuales.

Impuestos estatales y municipales

Desde el sector nuclear también deben hacer frente a otros impuestos, entre los que destacan:

  • Impuesto sobre la Producción de Combustible Nuclear Gastado: Genera una doble tributación sobre el combustible utilizado y supone 286,1 millones de euros en 2025.
  • Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE): Aplicado a todas las tecnologías de generación eléctrica, costará entre 37 y 38 millones por reactor nuclear en 2025.
  • Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): Un tributo común a todas las empresas, también aplicable a las centrales nucleares.

Impacto de los impuestos autonómicos

Las comunidades autónomas también imponen tasas ecológicas a las centrales nucleares, con diferencias significativas entre regiones. En 2025, se prevé que estas tasas recauden un total de 264,1 millones de euros. Algunos ejemplos incluyen:

  • Extremadura (Almaraz): 83,8 millones de euros (42 millones por reactor).
  • Cataluña (Ascó): 111,4 millones de euros (55 millones por reactor).
  • Cataluña (Vandellòs II): 54,5 millones de euros.
  • Comunidad Valenciana (Cofrentes): 14,4 millones de euros.

Posiciones del gobierno y el sector nuclear

A pesar de la creciente presión del sector nuclear, el Gobierno aún no ha recibido ninguna petición formal para extender la vida útil de las centrales. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha reiterado su oposición a que los ciudadanos asuman la carga fiscal de la industria nuclear. Por su parte, Iberdrola y Endesa han solicitado un diálogo con el Gobierno, aunque no han oficializado una petición conjunta para la revisión del calendario de cierre.

El futuro de la energía nuclear en España está en juego debido a la elevada carga impositiva que enfrentan las centrales. Mientras el sector denuncia una "asfixia fiscal" que pone en peligro su viabilidad, el Gobierno se mantiene firme en su postura de no reducir los impuestos. En los próximos meses, el diálogo entre ambas partes será clave para determinar si las centrales podrán seguir operando más allá de lo previsto o si se mantendrá el calendario de cierre establecido.

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