Un estudio revela que el sesgo cultural influye en la investigación y conservación de especies

El sesgo cultural se refiere a la tendencia inconsciente o perjuicio que las personas pueden tener hacia ciertos grupos, ideas o características culturales debido a su propia cultura, creencias y experiencias. Este sesgo puede influir en cómo percibimos, interpretamos y reaccionamos ante situaciones, personas y conceptos que son diferentes a lo que estamos familiarizados.

Puede surgir de estereotipos, prejuicios o estigmas arraigados en una cultura o sociedad en particular. Puede influir en cómo nos relacionamos con personas de diferentes orígenes culturales, cómo percibimos tradiciones o prácticas diferentes y cómo valoramos la importancia de ciertos aspectos culturales en comparación con otros.

Es importante ser consciente de nuestros propios sesgos culturales para evitar discriminar o marginar a otros grupos y para fomentar una comprensión y apreciación más amplia de la diversidad cultural. En diversos campos, como la investigación científica, la toma de decisiones y la conservación del medio ambiente, el sesgo cultural puede influir en los resultados y en las estrategias adoptadas, por lo que es fundamental reconocerlo y mitigarlo.

Investigación revela la influencia del sesgo cultural en la conservación de especies

Un reciente estudio internacional en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC) ha resaltado cómo el sesgo cultural en las personas desempeña un papel crucial en la dedicación de esfuerzos hacia la investigación y conservación de ciertas especies por encima de otras.

Esta revelación tiene implicaciones directas en la toma de decisiones políticas y la asignación de recursos en la conservación de la biodiversidad.

El estudio abarcó un análisis de 3.007 especies de eucariotas, que incluyen animales, hongos y plantas. Los investigadores evaluaron tanto el interés académico como el interés social de cada especie. El interés académico se midió por el número de publicaciones científicas que la mencionan, mientras que el interés social se evaluó a través de las visitas a las páginas de Wikipedia de cada especie.

A partir de estos datos, se investigó cómo diversos factores socioculturales, como la percepción de utilidad o daño, la presencia de un nombre común y la inclusión en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, afectan al interés científico que genera una especie.

Desigualdad en el conocimiento de las especies y su relación con el sesgo cultural

Aida Verdes, investigadora del MNCN, resaltó la desigualdad en el conocimiento sobre las diferentes especies que componen la vida en la Tierra. Mencionó que ciertos grupos han sido más investigados que otros, lo que llevó a explorar la relación entre el interés social y científico y los esfuerzos dedicados a cada especie.

El estudio descubrió que características como el colorido o la cercanía evolutiva de una especie a los humanos generan un alto interés social. Sin embargo, estos factores no se alinean necesariamente con un mayor esfuerzo científico en su investigación y conservación.

Ricardo Correia, de la Universidad de Turku en Finlandia, subrayó que los resultados destacan cómo se centra la atención en ciertos grupos de especies mientras otras quedan desatendidas, a pesar de su importancia ecológica o su riesgo de extinción.

Frente a esta realidad, Aida Verdes instó a la implementación de criterios objetivos en la investigación y conservación de las especies. Subrayó la importancia de no enfocarse únicamente en grupos atractivos desde un punto de vista popular, sino en garantizar un enfoque equitativo en toda la diversidad de la vida en nuestro planeta.

Conclusiones sobre el sesgo cultural en la investigación y conservación de especies

El análisis realizado en este estudio internacional pone de relieve cómo las percepciones culturales pueden tener un impacto significativo en la asignación de esfuerzos hacia la investigación y conservación de especies.

Esto resalta la necesidad de un enfoque más equilibrado y objetivo en la protección de la biodiversidad, asegurando que todas las formas de vida, independientemente de su atractivo superficial, reciban la atención y los recursos que merecen.