'Sexistimos', un esquiador parapléjico y su pareja rompen tabúes

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29/11/2020 - 12:30
Enrique Plantey (izquierda) y Triana Serfaty se conocieron hace ocho años y han estado en dos Juegos Paralímpicos de Invierno en Sochi 2014 y PyeongChang 2018 ⒸSexistimos

Lectura fácil

El sexo y la discapacidad tienden a ser dos temas tabú y juntos aún más. Así lo siente Enrique Plantey, esquiador paralímpico en Sochi 2014 y en Pyeongchang 2018.

El deportista, que está escribiendo junto a su novia Triana el libro Sexistimos, se quedó parapléjico antes de saber lo que era un orgasmo o conocer las posiciones sexuales. 

Enrique Plantey tenía sólo 11 años cuando sufrió el accidente de tráfico que le dejó sin movilidad ni sensibilidad de cintura para abajo

El 24 de febrero de 1995, el paralímpico viajaba con su familia por la Patagonia. En el camino se encontraron con unos amigos y pararon en el arcén para hablar. Fue entonces cuando se levantó el capó a una camioneta que pasaba por allí. El conductor perdió la visibilidad y arrolló a su padre, a su hermano Nicolás y a él.

Tal y como relata el diario MARCA, Enrique pasó cinco meses en un hospital haciendo rehabilitación y aprendiendo a manejarse con la silla de ruedas. Poco antes de recibir el alta, un médico le visitó para hablarle de la vida sexual que le esperaba.

"Yo no entendía nada de lo que me estaba contando. Fueron datos que no me sirvieron. Me hubiera encantado que me hubiese dicho que todavía tenía la mitad de mi cuerpo con sensibilidad y que buscase ahí mis partes erógenas. Que me hubiesen dicho que iba a tener placer como los demás si conocía bien mi cuerpo y conectaba con la otra persona", cuenta Enrique a MARCA desde Argentina vía Zoom.

"En todas partes del mundo la gente quiere hablar de sus experiencias porque para todas las personas con discapacidad el sexo es un verdadero tabú"

"Cuando todos los atletas en sus sillas de ruedas están esperando que la montaña se abra, estamos juntos y toda la gente habla de cosas diferentes, y luego alguien habla de sexo, todos lo miran", dijo el esquiador alpino. Siendo consciente de este silencio sobre el sexo y la discapacidad, el dos veces Paralímpico y su novia, la enfermera Triana Serfaty, decidieron iniciar la conversación ellos mismos.

Sexistimos, que mezcla las palabras sexo y existimos, es un libro que verá la luz el año que viene. La idea surgió durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19: "Va a ser como una guía para romper con todos los tabúes, queremos que el tema se ponga encima de la mesa. Hablaremos de sexo y discapacidad desde nuestra mirada en primera persona, y se han sumado historias de otras personas con diferentes discapacidades. También habrá una parte científica que hablará de medicaciones y fertilidad y abordaremos el gran tema de los paraorgasmos", cuenta Enrique.

'Sexistimos' rompe el tabú de que las personas con lesión medular son asexuados

"Con Sexistimos queremos romper el tabú de que el sexo no forma parte de su vida. Eso es mentira, lo forma al igual que el deporte, el trabajo o la educación", dice Triana, quien recuerda que cuando empezó a salir con Enrique le chocaba que la gente le preguntase por sus relaciones sexuales. "Para mí siempre ha sido una relación normal. Cuando le conocí no le vi limitaciones, tiene mucha personalidad. Él nunca se ha visto como alguien con discapacidad y yo tampoco a él", reconoce.

Además de 'Sexistimos', la pareja ha estado trabajando en una página de Instagram que ofrece consejos, consultas y transmisiones en vivo con expertos en la materia.

El libro terminará con historias eróticas cortas sobre personas con discapacidad. Una versión interactiva de algunas historias también será presentada en la página de Instagram de Sexistimos donde los seguidores podrán sugerir el desarrollo de la trama.

A Enrique la silla de ruedas nunca le ha frenado

De este modo, dio la vuelta al mundo durante un año -25 países entre los cinco continentes- junto a sus amigos como uno más. "La silla me cambió muy poco mi forma de encarar la vida y de relacionarme. Y en el sexo igual. Nunca pensé que no iban a querer tener relaciones conmigo", apunta el esquiador paralímpico en MARCA.

Triana fue el mayor apoyo de Enrique cuando se marcó como objetivo ir los Juegos Paralímpicos de Sochi 2014. Entonces no había equipo argentino de esquí adaptado y le acompañó por todos los centros de esquí del hemisferio norte para lograr el nivel.

Enrique empezó a esquiar con 16 años: "Fue un amor a primera vista por la liberta que me dio. Subirte a aquella silla me permitió ir a velocidad, sentirme independiente y que podía subir a la montaña como los demás y después bajarla a toda velocida", recuerda en su entrevista con Almudena Rivera.

Tras participar en los Juegos de Sochi, recibió el apoyo de la Federación Argentina y se formó un equipo de esquí adaptado por primera vez. También compitió en Pyeongchang 2018, donde quedó undécimo en eslalon, y ahora se prepara para Pekín 2022.

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