¿Está Shein al borde del precipicio en Europa? Francia lidera la resistencia contra la “fast-fashion”

Francia está liderando la lucha contra la 'fast-fashion', tomando medidas enérgicas contra marcas como Shein y Temu. Este movimiento busca acabar con la producción de prendas de baja calidad y condiciones laborales cuestionables. Es un paso importante hacia una industria de la moda más ética y sostenible.

Francia establece una batalla contra la “fast-fashion”, incluyendo marcas como Shein

En Francia, se está librando una batalla contra la “fast-fashion”, representada por marcas como Shein y Temu. Esta tendencia de moda rápida ha proliferado a través de plataformas online, ofreciendo prendas a precios muy bajos y con la promesa de entrega rápida. Sin embargo, detrás de esta aparente conveniencia se esconde una realidad preocupante: la calidad de estas prendas deja mucho que desear y las condiciones laborales de quienes las producen son cuestionables, poniendo en entredicho su dignidad.

Además del aspecto social, la “fast-fashion” (como Shein o Temu), también tiene un impacto ambiental significativo. La producción masiva y rápida de prendas genera toneladas de basura, convirtiendo a esta industria en una de las más contaminantes del mundo, solo por detrás del petróleo.

El Parlamento francés ha tomado cartas en el asunto y ha votado a favor de una propuesta de ley para limitar el uso de productos de moda ultrarrápida. Estas medidas incluyen sanciones para aquellas empresas que no informen sobre su impacto ambiental y no promuevan la reparación y el reciclaje de prendas. Se espera que estas acciones contribuyan a frenar el avance de la 'fast-fashion' y fomenten un cambio hacia una moda más ética y sostenible.

¿Qué medidas quiere tomar Francia?

Francia está tomando medidas drásticas contra la “fast-fashion”. La corresponsal de COPE en París, Asunción Serena, ha señalado una división de opiniones sobre estas acciones, con algunos apoyando la iniciativa mientras que otros se preocupan por su impacto en las rentas más bajas.

La moda rápida, ejemplificada por marcas como Shein, Temu o Romwe, personifica la rápida rotación de ropa de moda a precios bajos. Shein, con su plataforma en línea y su extenso catálogo, capitaliza la demanda de ropa asequible y de moda, lanzando a menudo nuevos diseños casi a diario. Sin embargo, este modelo de Shein conlleva importantes preocupaciones medioambientales y éticas.

Por eso, la nueva normativa busca definir y gravar a las prendas de moda rápida, exigiendo a las empresas incluir mensajes que conciencien sobre el impacto ambiental y promuevan la sobriedad, reparación y reciclaje. Las multas por incumplimiento pueden ascender hasta los 15.000 euros.

Además, se impondrán penalizaciones de 5 euros por artículo considerado moda rápida, con un incremento anual de un euro por prenda hasta alcanzar los 10 euros en 2023. Estas medidas buscan encarecer progresivamente los productos para proteger la industria textil nacional.

La gran importancia de la calidad y durabilidad en la moda

Ángel Asensio, presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección, destaca la importancia de la calidad y la durabilidad en la moda. En un contexto donde Europa desecha enormes cantidades de ropa cada año, Asensio enfatiza que los consumidores tienen el poder de elegir. Para él, la mayor sostenibilidad reside en prendas que perduren en el tiempo, valorando el trabajo bien hecho y los materiales de calidad.

Aunque no existe un parámetro claro para identificar empresas de moda rápida, Asensio cree en el sentido común de las personas. La calidad y la durabilidad son fácilmente reconocibles, incluso para aquellos que no son expertos en moda. 

En última instancia, la elección entre prendas de usar y tirar o aquellas que perduran es una decisión personal que refleja nuestros valores y contribuye a un consumo más consciente y sostenible.