Simone Biles, una gran muestra de empoderamiento y ejemplo a seguir

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30/07/2021 - 09:00
Simoen Biles, en una imagen de archivo.

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Simone Biles llegaba a la cita de Tokio 2020 como uno de los grandes atractivos, pero su decisión de abandonar antes de disputar las finales de gimnasia ha conmocionado al olimpismo.

La estadounidense fue atendida por los médicos tras un error en una disciplina, pero más allá de los posibles problemas físicos, el deporte mundial teme que todo lo responda a una crisis de su salud mental, y así lo ha reconocido ella misma.

Entre la gloria deportiva y su salud, una de las mejores deportistas del mundo ha elegido su salud

La que muchos consideran como mejor gimnasta de la historia, reconoció horas antes de su abandono que no estaba pasando por su mejor momento anímico. Los cuatros oros olímpicos en Río 2016 la catapultaron a lo más alto, pero la presión parece haber sido demasiado para una chica de solo 24 años.

“Hay que priorizar la salud mental. En caso contrario no vas a disfrutar el deporte y no vas a tener éxito. No pasa nada por dejar pasar una competición para cuidarte, eso demuestra lo fuerte y competitiva que eres”. Eso dijo Simone Biles una hora después de acercarse a su entrenador y admitir que no podía seguir.

La responsabilidad que tiene desde que deslumbrase al mundo con sus rutinas y ejercicios imposibles no ha parado de crecer y parece que ha terminado de estallar en el peor momento.

Simone Biles no se llevará todos los oros que esperábamos que se llevase, pero su gesto merece la mejor de las medallas

Y en un momento en el que nos alertan de las graves consecuencias a nivel de salud mental por la pandemia, del incremento de suicidios, depresiones y crisis de ansiedad, su mensaje hará mucho bien porque es una referente y tiene un altavoz gigante. Y Simone Biles lo ha dicho alto y claro: Hay que cuidarse.

La propia Biles reconocía en sus redes horas antes de competir que sentía “el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, a veces es difícil”. Tras su abandono, añadía en la rueda de prensa posterior lo mal que lleva la cantidad de tuits, menciones y titulares con su nombre.

Los y las deportistas de élite son ante todo personas

Y las personas necesitamos ver que lo que nos pasa, nuestros nervios, miedos, problemas, ansiedad, dudas, frustraciones, tristezas... son naturales.

Simone Biles ha protagonizado una importantísima y acertada retirada en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Desde los anteriores Juegos, la deportista ha lanzado su propio documental en Facebook, Simone vs herself, se la ha visto especialmente activa en la lucha racial que ha vivido Estados Unidos los últimos años, y en la faceta personal, también ha generado mucha repercusión su relación con el jugador de la NFL, Jonathan Owens.

La vida de Simone Biles no ha sido un camino de rosas

La adicción a las drogas de sus padres obligó a sus abuelos a hacerse cargo de ella cuando era una niña. Y fue en la gimnasia donde encontró una salida desde muy pequeña.

Pero al poco de despegar su carrera como profesional, estalló el escándalo de abusos sexuales en el seno de la gimnasia deportiva estadounidense.

En enero de 2018, Biles reconoció que había sido una de las víctimas del médico del equipo norteamericano, Larry Nassar, que ha sido condenado entre 40 y 125 años adicionales de cárcel por abusar de al menos 265 gimnastas durante los años que trabajó en el equipo.

"Me he prometido a mí misma que mi historia será mucho más grande que esto y prometo que nunca voy a darme por vencida", escribió en Twitter al respecto de los abusos sexuales en 2018. Pero parece que ahora, la gimnasia se está convirtiendo en un problema, y la salud mental de Biles comienza resentirse cuando estaba en el mejor momento de su carera.

Es revolucionario. Y su legado ya no serán solo las medallas que consiga. Se ha mostrado frágil y vulnerable. Se ha mostrado humana.

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