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Cada vez no preocupa más nuestra salud y un camino para cuidarnos mejor, es conocer algunas afecciones comunes y sus síntomas, para saber si podríamos estarlo padeciendo. Este es el caso del vértigo, un episodio desagradable en el que notamos que nuestro entorno empieza a girar. Es importante no confundirlo con el mareo, pues este se da en momentos puntuales, mientras que el vértigo puede llegar a mantenerse en el tiempo.
Para tener más claras las diferencias entre una y otra, el doctor Nicolás Pérez Fernández, codirector del departamento de otorrinolaringología de la Universidad de Navarra, nos ofrece la siguiente definición: "El vértigo hace referencia siempre a una alteración del sistema vestibular (alojado en el oído interno y cuyo centro neurológico está en el tronco del encéfalo), mientras que el mareo es un trastorno del equilibrio no siempre relacionado con aquel".
¿Cómo son los síntomas del vértigo y qué los causa?
El vértigo normalmente se presenta como una sensación de movimiento discordante, por ejemplo, podemos estar caminando y de repente sentir que nuestro entornos, o nosotros, nos balanceamos, giramos o nos desplazamos. Muchas veces estos síntomas pueden llegar a frenar nuestra actividad diaria normal. Dentro de la sintomatología podemos incluir lo que sentimos cuando nos acercamos a alturas elevadas y eso puede provocarnos una sensación de precipitación al vacío o incluso pensar que el suelo se está inclinando.
Por otro lado, el mareo es más bien una alteración del equilibrio, que también está incluido en estos episodios de movimientos inestables, pero suele ser puntual y normalmente incluye otros síntomas como las náuseas y vómitos o la posibilidad de poder sufrir un desmayo.
En cuanto a las causas, el vértigo esta normalmente asociado a la las alteraciones del oído. Entre ellas podemos mencionar el vértigo posicional paroxístico benigno, al que se relaciona estrechamente con los niveles muy elevados de estrés. Cuando nos encontramos atravesando etapas de ansiedad o estamos sometidos a altos niveles de estrés, podemos llegar a sentir con mucha frecuencia sensaciones de aturdimiento, mareos y vértigos.
También esta la Enfermedad de Ménière y la más común, la neuritis vestibular, que representa el 54 % de las consultas médicas según datos de la Universidad de Navarra. Por otro lado, el 33 % del resto de causas está representado por los tumores, las infecciones o los tóxicos. También afecta especialmente a pacientes con esclerosis múltiple.
Tipos de vértigo
Existen distintos tipos, al igual que fuentes. Para organizarlos de forma más sencilla, se dividen en dos grupos esenciales. El primero de ellos es el vértigo periférico, relacionando con los trastornos del oído interno, otros síntomas que lo acompañan son los zumbidos, la pérdida de audición o el dolor en el oído. Por otro lado está el vértigo central, que hace referencia a los causador por las alteraciones en los mecanismos neurológicos del sistema vestibular. A estos vértigos les acompañan las cefaleas intensas, problemas para tragar o visión doble.
Recuerda que desde GNDiario te ofrecemos información contrastada y pautas sencillas, pero si estás sufriendo alguno de estos síntomas, es esencial que acudas a tu médico de cabecera para un diagnóstico adecuado.
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