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La ayuda humanitaria requiere acción urgente en Somalia, donde cerca de tres millones de personas sufren hambre agudo y riesgo de enfermedades, mientras se produce la mayor caída de fondos en seis años, según informó Naciones Unidas el pasado miércoles.
Aunque las ayudas mensuales alcanzan a 1.8 millones de personas de las cuatro previstas, la falta de fondos está poniendo en riesgo los esfuerzos de los socios humanitarios", dijo la OCHA (United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs - Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios). Además, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna avisó de que el país está en la cúspide una "catástrofe humanitaria".
Somalia necesita ayuda humanitaria urgente
Según la ONU, hacen falta 8,10 millones de euros para repartir asistencia a más de 500.000 personas en Somaliland y Puntland, a lo largo de 18 meses. "La ayuda disponible es como una gota en el océano, dada la escala de sufrimiento", dijo la Federación Internacional, "teniendo en cuenta que más de 800.000 niños menores de 5 años están en riesgo de malnutrición a no ser que reciban comida y tratamiento de inmediato", urgen.
La situación humanitaria en Somalia continúa empeorando frente a multitud de amenazas, como brotes de sarampión, malaria y COVID-19. El país también se enfrenta al impacto de plagas de langostas y condiciones climáticas extremas, tal y como informa un comunicado de Katy Darford, de UN News (Noticias de Naciones Unidas). El paludismo o malaria es una enfermedad producida por parásitos. Se contagia mayormente por picaduras de mosquitos y cada año mata entre 700.000 y 2.700.000 personas, de los cuales más del 75 % son niños en zonas endémicas de África.
Ya en julio de 2020, la ONU alertó de que medio millón de personas tuvieron que dejar sus hogares por culpa de las lluvias torrenciales. Hay cerca de 2.000 campamentos con más de 2,6 millones de personas dispersos por este país, que además está sumido en un conflicto armado desde 1991. “Nos preocupa que haya muchos casos de COVID-19 no detectados, en especial en los campamentos de desplazados internos”, señaló a principios de julio de 2020 Ana María Guzmán, coordinadora sanitaria del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). A fecha de este lunes, hay 16.535 casos confirmados en Somalia, 897 fallecidos.
El virus de Marburgo, otra amenaza
En Guinea, las autoridades sanitarias están en una carrera por detener al virus de Marburgo, después de que el país, con 15 millones de habitantes y situado en el oeste de África, confirmase el primer caso de esta enfermedad, "frecuentemente mortal y altamente infecciosa", según Naciones Unidas, que informa que fue detectada en un paciente en el sur del país la semana pasada, que tristemente ha fallecido.
Esto se produce menos de dos meses después de que Guinea declarase extinguido un brote de ébola que empezó a principios de este año. "El potencial del virus de Marburgo de extenderse significa que tenemos que detenerlo en cada rastro", dijo el Dr- Matshidiso Moeti, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en África. Los síntomas de esta enfermedad son parecidos a los del ébola, como fiebre, vomitar sangre y sangrado.
Con el fin de frenar su expansión, las autoridades del país han lanzado una campaña para incrementar la alerta por la infección. También están siguiendo a gente que pueden haber estado en contacto con el paciente fallecido, según la ONU. Este virus se transmite a las personas a través de zorros voladores, que pueden contagiarse entre ellas por los fluidos corporales. No existe tratamiento, pero los doctores recomiendan la hidratación constante y la atención de los síntomas.
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