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Estamos seguros de que ya habrás oído hablar de los superalimentos en alguna ocasión. Pero, ¿sabes exactamente qué son, cuáles son sus propiedades y qué pautas deben seguirse para su consumo?
Para muchos los superalimentos son los superhéroes del mundo de la nutrición, la panacea que previene y cura todas las enfermedades habidas y por haber. Pero en realidad, podemos considerar esta clasificación de alimentos como una rimbombante y atractiva etiqueta que cuelga de algunas frutas, verduras, algas, cereales o bebidas, y que pretende indicar que estamos ante una extraordinaria fuente de salud gracias a su singular aporte, por ejemplo, de vitaminas o minerales.
En definitiva, ¿hemos sido objeto de una calculada y efectiva campaña de marketing? Las respuestas las encontramos enmarcadas en numerosos artículos avalados por expertos nutricionistas. Sin refutar los innegables beneficios que encierran estos llamados 'superalimentos', en este artículo te contamos cuál es su verdadero protagonismo en nuestra dieta.
¿Superalimento o no?
No existe ninguna definición científica ni legal de la palabra "superalimento" y los publicitarios y los medios de comunicación podemos usarla a nuestro libre albedrío.
En general, son alimentos exóticos que la mayoría del público no conoce o está poco familiarizado con ellos. A menudo son semillas, bayas o productos desecados y en forma de polvo que se añaden en pequeñas cantidades a batidos, zumos, ensaladas o cualquier receta para mejorar su aporte nutricional y sus beneficios para la salud.
Pero también podemos llamar así a nuestras queridas lentejas de toda la vida si nos interesa destacar sus enormes virtudes, porque las tienen.
Los superalimentos no son, por tanto, alimentos nuevos o inventados, pues muchos forman parte de la dieta diaria en otras partes del mundo. El creciente interés por el cuidado de la salud a través de la alimentación ha llevado a que se nos acerquen estos alimentos con propiedades destacables.
La lista de superalimentos que han llegado al mercado español ya es extensa, en ella se encuentran:
- Arándanos: A este fruto, popular donde los haya, se le atribuyen superpoderes. “Se le confieren propiedades antioxidantes, laxantes, antiinflamatorias y presenta acción antibacteriana”, apunta la dietista-nutricionista Bárbara Romano. Los expertos califican como prometedores los estudios sobre su poder para prevenir el cáncer de colon, pero “hasta que no se consiga mayor evidencia científica no puede recomendarse su ingesta para estos fines”, puntualiza la experta para Muy Interesante.
- Aceite de coco
- Ajo negro
- Açaí
- Aronia
- Azúcar de coco
- Baobab
- Bayas goji
- Cacao puro: Es uno de los productos más ricos en ingredientes funcionales, y eso constituye una evidencia suficiente para incluirlo en la dieta pero no previene el cáncer como algunos gurús aseguran.
- Camu-camu
- Chlorella
- Chía: ¿Debemos correr a comprar chía para lucir frescos como una rosa? Parece exagerado. Según Gómez, “las necesidades de antioxidantes ya están cubiertas sin ningún alimento especial, ya que el cuerpo dispone de moléculas propias con esta función, que, sumadas a otras con el mismo efecto que aportamos a través de una dieta equilibrada, son más que suficientes".
- Cúrcuma
- Espirulina: es uno de los alimentos más eficaces contra trastornos como la obesidad, la artritis, las úlceras intestinales, la hipertensión o las infecciones. A este abanico de propiedades, la experta añade su capacidad para prevenir la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y otros problemas crónicos.
- Hierba de trigo
- Kale
- Kuzu
- Lúcuma
- Maca: ¿El aporte nutricional de la maca mejora el sistema inmunitario, favorece la fertilidad, restablece el equilibrio hormonal en las mujeres y despierta la libido, y todo ello de un modo extraordinario? La experta tiene claro que no, y así lo explica: “El deseo sexual depende de factores tanto ambientales como psicológicos y fisiológicos, con lo que el consumo de ciertas sustancias, provengan de este tubérculo o de un suplemento, no va a interferir en este sentido”. Sobre la fertilidad, Gómez se expresa con más firmeza todavía: “No existen estudios que la relacionen con la ingesta de un nutriente específico o con la alimentación en general”.
- Mangostán
- Matcha
- Mesquite
- Moringa
- Noni
- Quinoa: ¿Los componentes de esta semilla están en niveles tan fuera de lo común como para asegurar resultados excepcionales en el cuerpo? Según la doctora Romano, “es cierto que la quinua contiene una cantidad destacable de proteínas, vitaminas del complejo B y vitamina E, así como minerales, especialmente el hierro”. Ahora bien, advierte de que “el hierro no hemo o hemínico, el de los productos de origen vegetal, se absorbe con dificultad, y para que el cuerpo lo asimile hay que combinarlo con alimentos que aporten vitamina C”.
- Semillas de cáñamo
- Zumo de granada
Entre los más conocidos destacan:
- Aguacate
- Salmón
- Té verde
- Nueces
- Brócoli
- Espinacas
¿Qué nos aportan los superalimentos? Un superalimento, para ser considerado como tal, debería reunir las siguientes cualidades:
- Alto contenido vitamínico y mineral.
- Riqueza en aminoácidos.
- Elevado valor proteico.
- Bajo nivel de grasas saturadas y alto nivel de grasas poliinsaturadas.
- Excepcional poder antioxidante.
En definitiva, el superalimento ideal tiene que aportar todos y cada uno de los nutrientes esenciales para la vida, y además, estar prácticamente libre de cualquier sustancia susceptible de ser perjudicial para nuestro organismo.
Aunque disfrutan de una composición rica en ingredientes funcionales, lo cierto es que los superalimentos ni curan ni salvan vidas
Laia Gómez, dietista-nutricionista de la Clínica Alimmenta de Barcelona, constata para la revista Muy Interesante, un fenómeno muy extendido: “Muchas personas piensan que basta con añadir estos productos a sus comidas para compensar los desequilibrios que ocasiona una mala dieta. Y no es así”.
Los superalimentos son alimentos con un alto valor nutricional ricos en antioxidantes, grasas saludables o vitaminas. Por ejemplo, la chia, rica en fibra y vitamina C, nos aporta 7 veces más Omega 3 que el salmón.
La mayoría de estos alimentos presentan un tamaño reducido por lo que son muy fáciles de consumir e introducir en la dieta. Además, se pueden añadir a multitud de elaboraciones: ensaladas, yogures, batidos, leche, postres, cremas...
Una buena alimentación proporciona al organismo todos los nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento y previene la aparición de enfermedades que puedan tener como causa una mala alimentación o una falta de nutrientes.
El alto valor nutricional de los denominados superalimentos es muy beneficioso para la salud. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de que ningún alimento tiene propiedades milagrosas. La clave está en seguir una dieta variada, equilibrada y saludable.
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