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Hasta 9 de cada 10 personas adultas con TEA están desempleadas: un reto para la inclusión laboral

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07/03/2025 - 10:45
Mano de una persona junto al cuerpo de alguien

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Las personas adultas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) enfrentan una de las tasas de desempleo más altas del mundo. Según estudios recientes, hasta 9 de cada 10 adultos con TEA no consiguen empleo, a pesar de contar con habilidades y capacidades que pueden ser de gran valor para el mercado laboral. Este alarmante dato refleja no solo la falta de accesibilidad y oportunidades para este colectivo, sino también las barreras sociales y culturales que dificultan su integración en el mundo del trabajo.

Las razones detrás de estas cifras son complejas y multifacéticas. Desde la falta de programas de empleo inclusivo hasta la discriminación y la falta de conocimiento sobre el TEA en muchos ambientes laborales, las personas con este trastorno enfrentan una lucha constante para encontrar un puesto de trabajo. Esta situación pone en evidencia la necesidad urgente de transformar la forma en que la sociedad percibe y apoya a las personas con esta condición, no solo para mejorar sus oportunidades laborales, sino también para garantizar su inclusión social.

Solo el 30 % de las personas autistas comunican su condición en su entorno laboral, y de esta cifra, solo el 11 % recibe las adaptaciones necesarias para poder desempeñar sus funciones. Estas adaptaciones pueden incluir el trabajo en remoto al 100 %, flexibilidad horaria y la disponibilidad de espacios donde sea posible regular la luz y la temperatura, favoreciendo así un ambiente más adecuado a sus necesidades.

A esto se suman barreras como la sobrecarga sensorial, la dificultad para interpretar normas sociales implícitas y la rigidez cognitiva, que pueden limitar su inclusión.

Las personas dentro del espectro autista aportan habilidades únicas, como una gran atención al detalle, pensamiento crítico y una capacidad destacada para resolver problemas de forma innovadora. Sin embargo, para que estas fortalezas sean aprovechadas, es fundamental que las empresas implementen medidas de inclusión, como la creación de espacios sensorialmente amigables, la adaptación de la comunicación para que sea más clara y directa, y la formación de los equipos sobre neurodiversidad.

Barreras en el acceso al empleo para personas con TEA

Una de las principales barreras que enfrentan las personas adultas con TEA al buscar trabajo es la falta de adaptaciones y apoyo en el entorno laboral. Muchas veces, los empleadores no están preparados para ofrecer ajustes razonables que faciliten la integración de estas personas en sus equipos. La dificultad para comunicarse de manera convencional, la sensibilidad a estímulos sensoriales o la necesidad de rutinas y estructuras claras pueden ser mal entendidas, lo que lleva a la exclusión laboral.

Además, persisten prejuicios y estigmas relacionados con el autismo, lo que genera una visión errónea sobre las capacidades de estas personas. A menudo se les considera menos competentes o con menos capacidad para desempeñar ciertas funciones, lo que limita gravemente sus opciones. Sin embargo, estudios han demostrado que, con las adaptaciones adecuadas, las personas con este trastorno pueden ser tan productivas y eficaces como cualquier otro trabajador, aportando habilidades únicas como la atención al detalle, la capacidad de concentración y el pensamiento innovador.

Promoviendo la inclusión laboral

“En Eurofirms Foundation creemos firmemente que el talento está en todas las personas. La diversidad no solo es un motor de innovación y creatividad, sino también un pilar esencial para el bienestar social y el desarrollo empresarial”, explica María Jordá, su presidenta. “Por eso trabajamos a través de campañas como #TalentIsEverywhere, para sensibilizar a las empresas y transformar el entorno laboral a través de iniciativas que rompan barreras y prejuicios.”

Es necesario implementar estrategias que incluyan la adaptación de los procesos de selección, la creación de apoyos personalizados y la inclusión de personas con algún síndrome del espectro autista en programas de empleo que valoren sus habilidades y potencial. Además, los programas de mentoría y apoyo psicosocial pueden ser cruciales para ayudar a estas personas a integrarse de manera efectiva en el entorno laboral. Fomentar un ambiente de trabajo inclusivo no solo beneficia a las personas con TEA, sino que también aporta una diversidad valiosa a las empresas, mejorando su innovación y competitividad.

Hacia un futuro inclusivo y accesible

El desempleo en personas adultas con TEA es un desafío que exige una acción colectiva. La inclusión laboral debe ser una prioridad para asegurar que todas las personas, independientemente de su diagnóstico, tengan las mismas oportunidades de desarrollarse profesionalmente.

Con medidas adecuadas y un cambio en la mentalidad colectiva, podemos avanzar hacia una sociedad más inclusiva, justa y accesible para todos.

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