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Patricia Pons, doctora en informática y destacada investigadora del Instituto Tecnológico de Informática de Valencia (ITI), encabeza una vanguardista iniciativa que integra tecnología inmersiva y salud mental. Con una trayectoria caracterizada por su entusiasmo por la Interacción Persona-Ordenador, Pons ha sido reconocida con premios como el de Jóvenes Investigadores Informáticos 2019 y ha participado en renombrados foros internacionales. Su proyecto más reciente, Arcadia2, emplea realidad mixta, gamificación e interfaces hápticas, a través del tacto, para mejorar el bienestar emocional y la experiencia terapéutica de pacientes, incluyendo aquellos con discapacidad.
De la tecnología inmersiva a la gestión emocional
“La investigación que originó Arcadia nació del incremento de problemas de salud mental después de la pandemia de COVID-19”, aclara Pons. La etapa inicial del proyecto se centró en el diseño de tecnología inmersiva a través de experiencias y actividades gamificadas enfocadas en la atención plena y los pensamientos intrusivos. En su desarrollo hacia Arcadia2, el equipo ha optimizado la experiencia del usuario y añadido nuevas actividades que tratan aspectos como el reconocimiento de emociones y la terapia asistida con animales. “Es crucial mantener la motivación de los pacientes durante el proceso terapéutico”, destaca.
El proyecto, llevado a cabo en cooperación con terapeutas y organizaciones como Fundación Acavall y Proceso Terapéutico, emplea minijuegos inmersivos para asistir a las personas en la gestión de sus emociones. “La regulación emocional es fundamental para tratar trastornos como la ansiedad, la depresión o los trastornos alimentarios”, afirma. Además, Arcadia2 se basa en un enfoque inclusivo que garantiza la eficacia de la tecnología inmersiva gracias a sus herramientas para personas con limitaciones físicas o cognitivas, quienes presentan un mayor riesgo de padecer problemas de salud mental.
Integrando mundos: la realidad mixta y el sentido del tacto
La experiencia de Arcadia2 se basa en la realidad mixta, una tecnología inmersiva que fusiona elementos de realidad aumentada y virtual. “La meta es promover la comodidad y el bienestar, permitiendo que los usuarios interactúen con entornos digitales en lugares familiares como su hogar o la consulta del terapeuta”, explica Pons. Además, las interfaces hápticas, como guantes que generan sensaciones táctiles, mejoran las actividades terapéuticas. “Por ejemplo, al acariciar a un animal digital, el usuario siente una vibración que imita el contacto real”, detalla. Este tipo de tecnología inmersiva es especialmente útil para personas con discapacidad, ya que ajusta las experiencias a sus capacidades y necesidades específicas.
La gamificación como impulso para el cambio
La gamificación ofrece un enfoque dinámico en los tratamientos, incorporando mecánicas de juego como recompensas y desafíos. “Este método disminuye la resistencia inicial de los pacientes y los incentiva a participar de manera activa”, señala Pons. Además, facilita que las habilidades adquiridas durante la terapia se integren en la vida diaria. Para las personas con discapacidad, esta metodología resulta especialmente valiosa, ya que promueve la autonomía y el compromiso con el proceso terapéutico.
Un enfoque colaborativo e inclusivo
Para asegurar la accesibilidad, los diseños de Arcadia2 se han puesto a prueba con personas que tienen diversas limitaciones físicas y cognitivas. “Los estudios de usabilidad demostraron que gracias a la tecnología inmersiva, la experiencia fue positiva: los usuarios resaltaron la facilidad de uso y la interacción intuitiva”, afirma. Este enfoque inclusivo se ha logrado gracias al codiseño con terapeutas, quienes han contribuido con su experiencia para ajustar las herramientas a las necesidades reales de los pacientes. Esto ha permitido que ARCADIA2 sea una opción viable y efectiva para la población con discapacidad.
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