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Como la ranita que se queda inmóvil, y sin inmutarse, mientras el agua de la olla en la que está metida empieza a elevar su temperatura hasta llegar a condiciones fatales, los seres humanos vemos con desánimo, miedo e incluso negacionismo el incremento de las temperaturas globales. Pero al igual que la ranita, nosotros también tenemos una temperatura máxima a partir de la cual empezamos a pasar por serios problemas y que incluso nos pueden llevar a la muerte.
Nuestro cuerpo ha sido entrenado por siglos y siglos de evolución, perfeccionándose y adaptándose al medio. Sin embargo, aún existen circunstancias externas como una temperatura máxima o mínima, que siguen teniendo un importante impacto, no solo en la salud física, sino también en la forma en la que nos relacionamos con el entorno, llegando a afectar a aspectos tan importantes hoy en día como el trabajo o nuestra vida social.
La temperatura máxima a partir de la cual nuestro cuerpo empieza a sufrir
Desde la ciencia se ha experimentado mucho con respecto a la temperatura máxima, o la mínima, que diferentes animales u organismos, y su capacidad de resistencia. Sin embargo, el ser humano aún tiene algunas incógnitas, sobre todo por los riesgos que conlleva la investigación. A pesar de esto, un grupo de investigadores de la Universidad de Roehampton, en Reino Unido, que actualmente está en curso, ha llegado a conclusiones interesantes al respecto.
La central es la relación estrecha entre una temperatura máxima o mínima con respecto a nuestro metabolismo, el sistema por el que regulamos la mayor parte de las funciones de nuestro cuerpo y que se puede ver alterado por circunstancias externas como el clima o la alimentación. El metabolismo introduce una importante variable: no es igual en todas las personas. De hecho es bastante variable y único, aunque haya tendencias generales.
En este sentido, estos investigadores pudieron constata que la temperatura máxima que un cuerpo humano puede tolerar sin que esta altere su metabolismo de forma peligrosa, se encuentra entre los 40º y 50º. Malas noticias para los sevillanos. Pero, ¿Qué consecuencias trae el exceso de esas temperaturas?
Nuestro corazón, el primero en mostrar síntomas
El profesor Lewis Halsey, uno de los autores del estudio, explicó en la Conferencia del Centenario SEB 2023, de la Sociedad de Biología Experimental, que se encuentran "construyendo una imagen de cómo responde el cuerpo al estrés térmico, de su capacidad de adaptación, de los límites de esas adaptaciones". En esta primera búsqueda observaron una relación entre la temperatura máxima establecida y sus efectos en el corazón.
"Encontramos algunos cambios considerables en las respuestas de la función cardiaca al calor", explicaba el profesor, quien además señalaba una diferenciación extra entre hombres y mujeres. Si nuestro cuerpo llega a alcanzar la temperatura máxima antes señalada, sin poder regularse, esta empezaría a suponer un sobre esfuerzo para el corazón, con el añadido de empezar un proceso de deshidratación y las consecuencias sucesivas.
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