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Si estás pensando en ingresar a una persona mayor en una residencia, debes saber que en la actualidad hay diferentes tipos de residencias entre las que podemos optar. Dependiendo de las necesidades de cada persona, hay que optar por un tipo u otro.
¿Cuáles son los diferentes tipos de residencias de ancianos?
Como hemos podido ver en la web comparativa de residencias de mayores de miResi.es, en la actualidad hay tres tipos principales de residencias entre las que podemos optar.
- Residencia pública: son las residencias que dependen directamente de los organismos públicos. Hay residencias dependientes de los ayuntamientos, comunidades autónomas… Suelen ser las más baratas, lo que hace que la demanda de acceso sea muy grande. No todas las personas pueden acceder a una plaza, siempre hay que cumplir una serie de requisitos, los cuales están presentes en la ley de Dependencia.
- Residencias privadas: son las residencias que son gestionadas en su inteagridad por una empresa privada. Eso quiere decir que los requisitos de acceso estarán vinculados a las condiciones del propio centro. Dependiendo de la residencia, puede ofrecer acceso a las personas válidas o también a las personas dependientes. En este caso, el precio suele ser más alto que en las residencias públicas y dependerá directamente del tipo de habitación y grado de cuidados que tenga la persona que va a ingresar.
- Residencias concertadas: no son las más comunes. Suelen destacar por ser centros gestionados por empresas privadas, pero que cuentan con plazas para la Administración Pública. La ventaja es que los precios son bastante parecidos a los ofrecidos por las residencias públicas. A cambio, debes saber que hay que cumplir una serie de requisitos para poder acceder a una plaza. Por ese motivo, siempre se suele mandar la reserva con bastante tiempo de antelación. Así, en el momento de la verdad, es más fácil acceder a la plaza.
¿Qué se necesita para acceder a una residencia?
El acceso a una residencia privada suele ser más fácil que a una pública. Eso se debe a que hay menos demanda, pero a cambio la cuota mensual es más alta. Por ese motivo, si no se cuenta con liquidez, la única opción por la que se puede optar es por la residencia pública o en su defecto una concertada.
Como leemos en este interesante artículo de Quecarreraestudiar.es, cada vez son más las personas que se forman para abrir una residencia privada. Saben que es un negocio de futuro, lo cual viene muy bien a la sociedad. Como bien sabemos, la sociedad cada vez está más envejecida, de aquí que las residencias sean necesarias para poder cuidar a las personas mayores que lo necesitan.
Comentado ese detalle, tenemos que decir que para acceder a una residencia pública tenemos que cumplir una serie de requisitos. El objetivo es dar la plaza a las personas que realmente lo necesitan y las de más poder adquisitivo se vayan a las privadas porque se lo pueden permitir.
- Empadronado: la persona interesada tendrá que estar empadronada en la zona en la cual quiere solicitar el acceso.
- Cobrar pensión: debe formar parte del sistema público de pensiones. Como mínimo tendrá que tener derecho a las prestaciones sociales.
- Ser mayor de 65 años: el acceso no está permitido a personas menores de 65 años a excepción de las personas que tengan una dependencia moderada o severa. En ese caso se permite el acceso a las personas de más de 60 años.
- Sin sanciones: la persona no deberá estar sancionada en ningún centro público. En caso de estarlo, se denegará el acceso a la residencia pública.
- Sin enfermedades: no se permitirá el acceso a las personas que tengan enfermedades contagiosas. El objetivo es cuidar al resto de personas que están en la residencia.
Pasos para solicitar el acceso a una residencia
Si tienes claro que cumples los requisitos, es el momento de dar los pasos que permiten solicitar el acceso a la residencia.
En primer lugar, hay que pedir cita previa para realizar los trámites que permiten rellenar la documentación necesaria. La cita puede ser solicitada por el propio interesado o por la persona que se encarga del cuidado de la persona mayor.
Posteriormente, se le asignará un trabajador social. Esa persona se encargará de manera directa para evaluar a la persona que está realizando la solicitud de acceso.
En el momento de que se firma la visita, es importante certificar que se tiene toda la documentación en regla para certificar que no va a haber problemas. Si la persona está sola y no puede preparar esa documentación, el propio trabajador social se podría encargar de ese proceso.
Cuando se obtiene toda la información, hay que esperar una resolución. Si la resolución es positiva, solo queda esperar a que se conceda una plaza en una residencia pública. No siempre es rápido, por lo que en ocasiones se suele recomendar realizar el proceso con antelación para evitar problemas.
Finalmente, si la persona cumple todos los requisitos, la plaza en la residencia le será concedida. En ese momento se le asignará una habitación para que pueda disfrutar de ella. Una vez concedida, se puede decorar al gusto. En este artículo de wikidecoracion.com podemos encontrar una amplia variedad de consejos para decorar el dormitorio para personas mayores. No hay que conformarse con el look que nos ofrecen de serie, en la medida de lo posible hay que adaptarlo a los gustos de la persona. Así se podrá sentir más a gusto y disfrutar de su nuevo dormitorio.
Como nos informan los expertos, a la hora de decorar la habitación de la residencia, no solo tenemos que tener en cuenta las claves decorativas, también es importante fijarse en el espacio. Es vital que el espacio sea amplio para evitar los temidos golpes a la hora de moverse por la habitación. Además, es importante fijarse en la iluminación para conseguir una buena libertad de movimientos. Y con el objetivo de conseguir un grado de optimismo alto, se recomienda apostar directamente por los colores neutros.
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Se les olvida la…
Se les olvida la comunicación y trámite de permiso del juez o fiscal
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