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Alerta pediátrica en los últimos meses por varios brotes de tosferina en Gipuzkoa, Aragón o Navarra. Es por ello que los epidemiólogos vuelven a recalcar la necesidad de mantener altas coberturas de vacunación, y más en embarazadas.
Es por ello que las autoridades sanitarias piden aislamiento de todos los casos, identificando contactos más estrechos y valorando la administración de quimioprofilaxis.
En julio se detectaron 49 casos en Gipuzkoa, en Aragón más de 24 y en Navarra, el pasado 20 de septiembre ya registraba 6 menores afectados.
Tosferina, una enfermedad que varía con la edad
"Esta enfermedad comienza con tos irritativa, que en una o dos semanas se vuelve paroxística y puede acompañarse de un estridor inspiratorio. Los paroxismos a menudo acaban con la expulsión de mucosidad. El cuadro se prolonga varias semanas. Es transmisible persona a persona durante los primeros 10-20 días", se explica en un informe epidemiológico.
Los menores de 6 meses se encuentran en riesgo de complicaciones y mortalidad, ya que si afecta, no han completado la serie primaria de vacunación.
Es por ello que el calendario de vacunación infantil recomienda una dosis a partir de la semana 27 de gestación, para transferir anticuerpos al recién nacido.
La tosferina, infección de las vías respiratorias altas es una enfermedad grave que afecta a personas de cualquier edad. Durante la última década a resurgido en muchas zonas del mundo, incluso en aquellos con alta cobertura de vacunación.
Algunas de las razones del fuerte resurgimiento de la tosferina son:
- Evanescencia de la protección que confiere las vacunas de tos ferina.
- Sustitución de las vacunas de células enteras por las vacunas acelulares.
- Mejora en la disponibilidad y sensibilidad de las pruebas diagnósticas.
- Aparición de cepas que escapan de la inmunidad producida por las vacunas acelulares.
Aunque la tosferina afecta a todas las edades, como hemos dicho es típicamente una patología infantil con las formas de presentación más graves en niños en los primeros meses de vida. Gracias a la vacunación en gestantes, España ha contribuido con la reducción de la enfermedad desde el año 2016.
La vacunación es el factor más importante, pero existen tratamientos para la enfermedad
Antibióticos como la eritromicina, contribuyen con la desaparición de los síntomas si se inician a tiempo, aunque si se recibe el diagnóstico tardío, no son efectivos, pero si que contribuyen a no diseminar la enfermedad.
En el caso de bebés menores de 18 meses se necesita supervisión constante, porque la respiración puede detenerse temporalmente con los ataques de tos, y en los casos graves, se requiere de hospitalización.
Un aviso que hacen los especialistas, es que la tosferina no se cura con jarabes para la tos, los expectorantes y antitusígenos. Por lo que siempre hay que ponerse en manos de los médicos para que ellos nos diagnostiquen lo que necesitamos para tratar la enfermedad adecuadamente.
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