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Tener una personalidad múltiple se refiere al trastorno de identidad disociativo, un trastorno mental en el que la persona tiene dos o más personalidades distintas. Además, los pensamientos, acciones y comportamientos de cada personalidad pueden ser totalmente distintos.
¿Qué es el trastorno de identidad disociativo?
Una personalidad múltiple es también conocida como trastorno de identidad disociativo. Las personas con este tipo de trastorno se caracterizan por tener dos o más personalidades distintas, completamente diferentes entre sí. Cuando una de las personalidades toma el control de la identidad verdadera de la persona, estas acciones pueden durar un tiempo en concreto.
Una persona también mantiene su identidad primaria o huésped, que es su personalidad original, y responderá a su nombre de pila. Su identidad primaria es generalmente más pasiva, y podría no ser conscientes de las demás personalidades.
En el momento que ocurre un cambio de personalidad, la nueva personalidad va a tener una historia distinta, una nueva identidad y comportamientos distintos a los de otra. Por ejemplo, alguien que es asignado varón al nacer podría tener una nueva identidad como mujer, enfrentándose a un factor estresante o un desencadenante en el cambio entre ambas.
¿Cuáles son las principales causas y síntomas de este trastorno?
El trastorno de identidad tiene una causa exacta, aunque sí existe un vínculo entre la afección y el trauma. En todo el mundo, el 90 % de las personas que experimentan un trastorno de identidad disociativo han sido víctimas de traumas graves durante la infancia.
Las señales de que una persona sufre un trastorno de identidad disociativo pueden variar, pero siempre se incluirá un cambio entre dos o más personalidades separadas. Algunos de los síntomas son:
- Experimentar dos o más personalidades separadas, cada una con su propia identidad y percepciones.
- Un cambio notable en la autopercepción.
- Lagunas frecuentes en la memoria y en la historia personal, que no se deben al olvido normal, incluyendo perder recuerdos y olvidar acontecimientos cotidianos.
- Cuando las personalidades tomen el control de la persona, a menudo hablarán con un vocabulario distintos y con gestos diferentes, llegando a realizar actos que anteriormente no hacían, como fumar o volverse una persona violenta.
- Pueden experimentarse síntomas como ansiedad o angustia.
¿El trastorno de identidad disociativo puede traer pensamientos o conductas suicidas?
Actualmente no existe ningún medicamento específico para el trastorno de identidad disociativo, simplemente los médicos suelen recetar tratamientos de una manera personalizada. Sin embargo, la psicoterapia o terapia de conversación pueden ser de gran ayuda para las personas que lo sufran. Estas técnicas pueden ayudar a la persona a trabajar y aprender a aceptar los factores que desencadenan la causa principal de su problema: los cambios de personalidad.
Otras terapias como la del arte, del movimiento o de relajación podrían ser una buena opción para reducir los niveles de estrés y con ello la ansiedad por los trastornos de personalidad.
Algunas personas que sufren trastornos disociativos pueden tener reviviscencias traumáticas que pueden estar asociadas con una conducta peligrosa. Ante ello, las personas deberían recibir atención médica de manera inmediata.
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