5 razones por las que Ucrania todavía tendrá que esperar para formar parte de la OTAN

Desde que la guerra estalló en Ucrania, gran parte de los países occidentales han puesto su mirada en ella. En gran medida porque están sufriendo las consecuencias directa de la invasión rusa de territorio ucraniano. Escasez de alimentos y de hidrocarburos, sanciones económicas y un importante éxodo de personas, son algunas de los principales efectos de la guerra. Por este motivo y otras cuestiones geoestratégicas, Europa se volcó en su ayuda, al igual que la OTAN.

Durante estos largos meses en los que se ha extendido la guerra, hemos visto cómo algunos países han ido incorporándose en esta organización, a pesar de las amenazas de Rusia, como ha sido el caso de Finlandia o Suecia. Pero, ¿Y Ucrania?, ¿Por qué no ha sido invitada aún a sentarse en la mesa como miembro de pleno derecho? Esta es una de las cuestiones que también se ha estado haciendo el presidente de este país y lo ha trasladado en más de una ocasión a sus aliados.

5 razones por las que Ucrania todavía tendrá que esperar para entrar en la OTAN

En la última reunión de la OTAN en Lituania, en la que Zelenski participó, tuvo que volver a irse con las manos vacías y sin recibir su tan solicitada invitación a formar parte de la Alianza. En este sentido, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, remarcaba que el apoyo a este país seguirá en activo "el tiempo que sea necesario" y también ha asegurado que ahora está "más cerca de la OTAN que nunca".

Cuáles son entonces los factores que les atan las manos:

La guerra

Aunque la guerra ha sido el principal motivo por el que la OTAN se encuentra ahora más cerca que nunca de Ucrania, lo cierto es que es esta precisamente su principal hándicap para entrar en la organización. Esto se debe a que, según el artículo 5 del acuerdo de defensa colectiva de la OTAN, si un Estado miembro es atacado, todos los demás deben considerarlo un ataque contra ellos mismos y acudir en ayuda de su aliado.

Esto significa que incluir le territorio ucraniano dentro de la organización "conlleva riesgos de escalada", explica el profesor de la Universidad de Durham especializado en política exterior, guerra y soberanía, John Williams, en una entrevista para el medio Euronews. También remarca que el escenario estratégico se podría convertir en uno "de pesadilla".

"La OTAN se vería involucrada en la guerra de una forma mucho más directa", añadió, lo que significa que otros miembros que limitan con Rusia, como los países bálticos y Polonia, podrían "convertirse en primera línea", continua el experto. Por eso en este sentido, "Primero hay que acabar con el conflicto", dijo Jamie Shea, ex subsecretario general de la OTAN.

El compromiso no se ve alterado

Muchas opiniones creen que de momento no es necesario que Ucrania entre en la organización, puesto que ya cuenta con la garantía de encontrarse bajo el paraguas de la OTAN. "A veces se pueden obtener muchos beneficios de la pertenencia a la OTAN sin llegar a formar parte de ella", añadió Jamie Shea, poniendo como ejemplo el caso de Kosovo, que recibió el apoyo de las fuerzas de paz de la alianza a finales de la década de 1990.

Falta preparación

La OTAN no deja de ser un club selecto que requiere del cumplimiento de ciertos requisitos para poder formar parte de ella. Requisitos que tienen que ver con la estructura política, la capacidad económica e incluso con las capacidades militares. Tomando esto en cuenta, según el profesor Williams, Kiev sigue estando "muy lejos" de cumplir estos criterios de adhesión, señalando "problemas" con las "instituciones democráticas" del país y los "procesos anticorrupción".

Básicamente son las mismas dificultades que han impedido que hasta el momento no haya pasado a formar parte de la Unión Europea.

Puede que no tenga todos los apoyos consigo

Uno de los pasos para que Kiev pueda entrar en la OTAN es que consiga los apoyos de los 30 miembros, ya que el veto de cualquiera de ellos dificultaría su entrada. En este sentido, cabe mencionar especialmente a dos países: Hungría y Turquía. El primero ya ha tenido roces cuando el ucraniano se impuso como lengua obligatoria en las escuelas primarias en el país en 2017. Desde entonces, Hungría se ha presentado como el principal oponente tanto a la adhesión a la OTAN como a la UE de Kiev.

Pero no es el único. Turquía se encuentra en un momento de difícil balance a nivel internacional, por su estrecha relación con el gobierno ruso. De momento ha conseguido mantener el equilibrio, pero facilitar la entrada de Ucrania en la OTAN, sería un claro cambio de bando, que le haría salir de su neutralidad, que ya pende de un hilo.

Putin

Claramente uno de los principales escollos para Zelenski de ingresar en la Alianza es su rival Putin. La gran baza para justificar la invasión ucraniana por parte del ejército ruso, ha sido precisamente la "amenaza" que supondría tener a la OTAN ante sus puertas.

"Esto daría a Putin un enorme impulso propagandístico", explicaba Jaime Shea, quien asegura además de que el Kremlin está trabajando muy duro, "incluso desesperadamente", para convencer a su población de que "hay una amenaza" real por parte de la OTAN, y "traer a Ucrania ahora sólo jugaría a favor de esa narrativa".