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La ONU ha verificado que al menos 2.406 niños y niñas han muerto o han resultado heridos desde febrero de 2022: una media de dos niños cada día.
Detrás de cada número hay un niño o una niña con un nombre, una historia de vida y unos seres queridos, cuyas esperanzas y sueños se han hecho añicos. Estas son solo las cifras verificadas por la ONU; sabemos que la cifra real es mucho mayor.
Cada vez hay más niñas y niños atrapados directamente en el conflicto. La ONU verificó más víctimas infantiles durante los nueve primeros meses de 2024 que nosotros durante todo 2023. Ese es el verdadero coste de una guerra. Pero no acaba ahí.
Casi 3,6 millones de personas desplazadas dentro de Ucrania
La magnitud de los desplazamientos es asombrosa. Casi 3,6 millones de personas están desplazadas dentro de Ucrania, y casi el doble -6,7 millones de personas- se han convertido en refugiados.
En Ucrania, la guerra está trastornando la vida de los niños y las niñas. Ha obligado a muchas familias y niños a vivir en la clandestinidad debido al riesgo continuo de ataques.
Las niñas y los niños pasan hasta seis horas al día refugiados en sótanos y otros espacios húmedos y oscuros, bajo el estruendo de las sirenas antiaéreas, temiendo por sus vidas.
En los últimos mil días, casi 1.500 instituciones educativas y más de 660 instalaciones sanitarias han sido dañadas o destruidas.
En ciudades como Kharkiv, las aulas y los patios de recreo han sido sustituidos por escuelas subterráneas e improvisadas, algunas de ellas en estaciones de metro.
Con la llegada del invierno, las niñas y los niños están expuestos a temperaturas bajo cero
La situación ha empeorado por los ataques a las infraestructuras energéticas, que se han multiplicado en los últimos meses y han reducido la capacidad eléctrica del país a solo la mitad de lo necesario para los meses de invierno.
Algunas partes de Ucrania sufren cortes de electricidad durante 18 horas al día. Como consecuencia, muchos niños y niñas ucranianos carecen de servicios básicos como calefacción, agua potable y saneamiento.
Las niñas y los niños se ven afectados por la amenaza constante y el miedo a los ataques o la violencia, la pérdida de seres queridos, la separación de las familias debido a los desplazamientos y la interrupción de la educación, incluido el aislamiento debido al aprendizaje online a largo plazo.
Una evaluación reveló que un tercio de los padres y madres informaron de que sus hijos mostraban signos de angustia mental. Con cada día de guerra que pasa, más y más niños sufrirán, a la vez que se enfrentan al riesgo de sufrir consecuencias en su salud mental de por vida.
UNICEF y otras entidades aumentan su preocupación
UNICEF y sus aliados están trabajando incansablemente para satisfacer las necesidades humanitarias inmediatas de los niños, las niñas y las familias en Ucrania, incluido el acceso a agua potable, educación y apoyo psicosocial.
Este año, UNICEF y sus aliados han apoyado el acceso al agua potable para 5,1 millones de personas en Ucrania y han proporcionado servicios de salud mental y apoyo psicosocial a más de 630.000 niños, niñas, adolescentes y cuidadores.
- En primer lugar, todas las partes en conflicto deben acatar el Derecho Internacional humanitario y las normas de Derechos Humanos, y poner fin a las graves violaciones contra los niños. Deben cesar inmediatamente los ataques contra las infraestructuras energéticas y las infraestructuras civiles que sirven de apoyo a los niños, como las instalaciones sanitarias y las escuelas.
- En segundo lugar, las partes deben abstenerse de utilizar armas explosivas en zonas pobladas. También de usar minas terrestres y otras armas, como las municiones de racimo, que son intrínsecamente indiscriminadas, y que tienen un impacto desproporcionado en los niños y las niñas.
- En tercer lugar, UNICEF sigue profundamente preocupado por el número de niños y niñas que han quedado separados de sus familias. Todas las partes y todos los interesados deben centrarse en soluciones que redunden en el interés superior de cada niño y niña. UNICEF sigue ofreciendo su apoyo para el retorno y la reintegración de todos los niños y las niñas en línea con la Convención sobre los Derechos del Niño.
- Y, por último, las Naciones Unidas y sus aliados deben tener acceso humanitario seguro y sin restricciones a todos los niños y familias de Ucrania que necesiten ayuda o servicios de protección, incluso en las zonas no controladas por el Gobierno.
Los esfuerzos humanitarios, aunque vitales, no pueden sustituir a una solución política que ponga fin a la guerra y al sufrimiento.
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