¿Es realmente posible unificar los criterios de la EBAU en España?

Hace pocos días Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular y de la oposición al actual Gobierno, anunció que estaban trabajando de forma activa en conseguir unificar los criterios de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Actualmente, esta prueba a la que cada año se enfrentan miles de estudiantes, depende de las comunidades autónomas haciendo que cada prueba sea diferente, tanto en calificación como en calendario e incluso contenido.

“Nuestro compromiso es que la EBAU sea un sistema común en todas las comunidades del Partido Popular en el curso 2025", aseguraba Feijóo en su intervención en un coloquio sobre educación en celebrado en Castilla y León. Esto supondría la unificación de 11 pruebas de acceso a la universidad, ya que este es el número de autonomías donde gobiernan actualmente. Entre ella se encuentran Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Galicia o la Región de Murcia.

Unificar la EBAU, ¿una realidad factible?

La propuesta del PP no ha sido especialmente bien acogida, ni por sus rivales políticos ni tampoco por varios de los agentes implicados. Tanto es así que la ministra de Educación, Pilar Alegría, tachó esta iniciativa de frívola "y además es absolutamente inviable", remarcó. Por supuesto la idea de unificar criterios para la EBAU no es nueva, ya que existen varios argumentos a favor de hacerlo, como el evitar desigualdades entre autonomías en cuanto a criterios o niveles de dificultad.

Sin embargo, estas propuestas normalmente caían en saco roto y el debate no se extendía más allá de eso, un mero debate. Pero, ¿a qué se debe esto exactamente? Primero que nada debemos entender que la educación en España es una materia que compete en su gran mayoría a cada comunidad autónoma, lo que ya de por sí genera muchos inconvenientes. Inconvenientes que se encuentran en el propio contenido académico de cada curso y que atiende a las características de cada comunidad.

Un perfecto sencillo se ve en aquellas comunidades que tienen lenguas cooficiales y por tanto se convierten en materias lectivas. Un estudiante de Madrid, se encontraría en la EBAU con contenido sobre el galleo o el valenciano que no sabría responder, entre otras cuestiones. Este escollo ya de por sí requeriría de cambios mucho más transversales que tomarían su tiempo, quizá más de un año, que es a lo que aspira el PP, y también un impacto significativo tanto en los estudiantes como en los profesores.

¿Y qué hay del después?

Aunque el PP actualmente cuente con el control sobre 11 comunidades autónomas para decidir sobre si incrementar la igualación de criterios de la EBAU y llegase incluso a conseguirlo, a pesar de todas las dificultades, ¿Qué pasaría después? en el sentido de que no siempre gobernarán en las mismas autonomías o con los mismos apoyos.

Si en las siguientes elecciones dentro de 2 o 4 años pierde el liderazgo en estas autonomías y entran otros gobiernos con un pensamiento contrario, ¿se desharía todo lo llevado a cabo? Lo cierto es que, con mucho esfuerzo, la iniciativa de igualar la EBAU en todas estas comunidades podría llegar a ser posible, la realidad es que no sería de forma duradera y tanto alumnos como profesores se verían ampliamente damnificados. Cambios así deberían contar con un consenso a nivel nacional.