Las cifras de la quema de carbón demuestran que su uso se incrementó en 2022

El cambio climático es uno de los principales retos a los que se está enfrentando el ser humano. Gran parte de las sociedades ya ha tomado consciencia a este respecto y se lleva años luchando por generar un mayor compromiso colectivo. Sin embargo, las cifras sobre el uso de carbón en 2022, han sido un duro revés a todos estos esfuerzos por buscar nuevas formas más sostenibles con las que obtener energía para el consumo y la producción.

La Agencia Internacional de Energía (AIE), publicó a mediados de diciembre del año pasado, su último informa sobre la cantidad de carbón que se había consumido en el planeta desde enero. Estas cifras no fueron nada buenas, ya que 2022 superó el récord que ya se había llegado a alcanzar en 2013, cuando se usaron 7.997 millones de toneladas de este combustible fósil. El año pasado, se alcanzó la friolera de 8.025 millones de toneladas, casi una por cada habitante del planeta.

2022 bate récords en el uso de carbón

Lamentablemente, las cifras arrojadas por el estudio de la AIE, muestran que el cabrón sigue siendo uno de los combustibles fósiles más utilizados en el mundo. 2022 concretamente, ha supuesto un retroceso en los avances conseguidos hasta 2020, con respecto a la transición hacia energías más sostenibles, llegando a presentar hasta ese momento, una caída del 4,4 % interanual, algo que parecía mostrar un reemplazo mayor por energías limpias.

Sin embargo, es importante tomar en cuenta que 2020 fue el año de la pandemia y se esperaba una caída considerable de este consumo debido a la situación. Algo que tal vez se previó con exactitud fue la 'postpandemia'. En pocos meses, el mundo entero pretendía volver a una actividad cotidiana después de haberse parado por completo. Sin duda, la exigencia energética que supuso 2021, y por supuesto 2022, ha sido una de las principales causas para el aumento del consumo de carbón.

Pero no son los únicos. La guerra de Ucrania y la crisis energética derivada de la misma, elevó los costes del gas, haciendo que se volviese al uso del carbón, en una forma rápida para suplir ese vacío energético. De esta forma también se pudo hacer patente, el retraso tan importante que se tiene a nivel global con respecto a la implementación de fuentes de energía sostenibles y limpias.

Europa intenta hacer los deberes

A pesar de que desde la Unión Europea, se esté haciendo un importante trabajo para reducir el uso de combustibles fósiles, cerró 2022 superando ligeramente a Estados Unidos en el consumo alcanzando las 478 millones de toneladas (Mt), frente a las 465 de EE.UU. Aún así, nada comparado al consumo de China, país en el que se consumió casi la mitad del total: 4.250 Mt.

Las cifras recogidas por la AIE no fueron muy esperanzadoras con respecto a este año y a los siguientes. Según sus estimaciones, el consumo de carbón tocará techo este año y no será hasta 2025 cuando empiece a bajar realmente. ¿Podrá el planeta resistirlo?