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Cerca de un 11 % de la población española sufre algún tipo de pérdida auditiva, y de ellos, un 36 % cuenta con audífonos, lo que les permite mejorar la sensibilidad y recuperar parte de la audición. Aun así, es importante tener en cuenta las características de estos aparatos, su uso y mantenimiento.
Los tipos de audífonos en función de sus características
Los audífonos varían dependiendo del precio, las características y el tamaño, pero podemos distinguir varios modelos en función de si van dentro del oído, fuera, detrás… El porcentaje de audición de la persona será un factor clave a la hora de elegir cuál es el mejor.
- En el conducto o CIC: este audífono intrauricular es el más pequeño que existe, y con ello, el más discreto. Se recomienda a personas con hipoacusia de leve a moderada, ya que no incluye funciones adicionales como el control del volumen.
- En el conducto o ITC: los audífonos ITC se moldean en el conducto auditivo, aunque no son tan discreto como los anteriores. Lo que sí, cuentan con varias funciones que ayudan a mejorar la audición en ambientes ruidosos.
- Media concha/carcasa o HS: este tipo de audífono también está hecho a medida, pero es menos discreto, ya que se sitúa en la concha de la oreja. Se recomienda a personas con sordera leve o severa.
- Receptor en el oído o RITE/ Receptor en el canal o RIC: este modelo es casi invisible debido a que se sitúa dentro y parte fuera. Están recomendados a personas con pérdidas de audición leves a moderadas.
- Detrás de la oreja: estos audífonos son los más tradicionales, los que se enganchan en la parte superior de la oreja. Están recomendados para cualquier nivel de pérdida auditiva.
- De calce abierto: se trata de una variación a los audífonos, formado por un tubo delgado y una cúpula abierta en el oído, lo que hace que se sitúe dentro del oído. Los sonidos son más naturales. No se recomienda a pacientes con problemas de cerumen.
Dependiendo del modelo, el precio variará con ello.
Cómo mantener nuestros audífonos y acostumbrarnos a ellos
Uno de los problemas a la hora de utilizar los audífonos es saber mantenerlos y utilizarlos de manera correcta en nuestro día a día. Estos aparatos necesitan revisiones periódicas y limpieza diaria, por lo es fundamental dedicarle tiempo para ganar mayor audición. A la hora de limpiarlos, puedes utilizar un spray, un cepillo con imán o una gamuza, así nos aseguraremos de que los restos de cera desaparecen.
A la hora de acostumbrarse a ellos, se recomienda utilizarlos en todas las actividades diarias, y no solo cuando sintamos que no escuchamos bien. Esto ayudará al oído a acostumbrarse al aparato y poco a poco, mejorar el sistema auditivo.
Otro consejo fundamental es respetar la fase de adaptación. Al igual que en otras circunstancias, acostumbrarse a un objeto nuevo es complicado, pero con el tiempo te acabarás adaptando. Para ello, regula cada día los ajustes hasta lograr un punto en el que de verdad te sientas cómodo.
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