España destinará 170 millones para vacunas en países pobres hasta 2025

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03/11/2023 - 09:12
Campaña en Guinea para inmunizar a 400.000 niños frente al virus del sarampión.

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A pesar de que la vacunación es una de las formas más eficaces de reducir la mortalidad infantil, uno de cada cinco niños no recibe todas las vacunas que necesita en su primer año de vida, lo que les expone a enfermedades prevenibles pero mortales.

Las ONG humanitarias no puedan acceder al menor precio posible de las vacunas, lo que dificulta que algunas de las personas más vulnerables del planeta, como las que viven en campos de refugiados, puedan ser inmunizadas correctamente.

Un ejemplo se produjo en el verano de 2013, cuando en el campo de refugiados de Yida, en Sudán del Sur, MSF se percató de una mortalidad infantil por encima de lo normal. Asumiendo que la neumonía estaba detrás de estas cifras, decidieron administrar a los niños la vacuna antineumocócica conjugada. Después de que las farmacéuticas GSK y Pfizer se negaran a bajarle el precio, MSF decidió comprar 24.000 dosis de vacunas a siete dólares la dosis, un precio demasiado alto cuando hay que vacunar a miles de niños. Este elevado coste obligó a la organización a vacunar solo a los niños de hasta 23 meses, un límite menor del que tenían previsto inicialmente.

Apoyo a la vacunación global: aportación del Gobierno a Gavi y CEPI

El Consejo de Ministros aprobó recientemente una contribución financiera sobre vacunas en países pobres a Gavi, la Alianza para las Vacunas, y a la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), con el objetivo de respaldar la inmunización en naciones en desarrollo y promover la equidad en la vacunación contra enfermedades infecciosas emergentes.

La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, anunció que estas contribuciones plurianuales se realizarán entre 2023 y 2025, cumpliendo así el compromiso asumido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en mayo de 2020, de movilizar recursos para combatir la pandemia de la COVID-19.

Apoyando la salud mundial

De la cantidad total, 95 millones de euros se destinarán a Gavi, una iniciativa global público-privada que busca facilitar el acceso a vacunas en países pobres, ya sean básicas y modernas para niños y adolescentes.

Los restantes 75 millones irán a la CEPI, una asociación público-privada cuya labor es acelerar el desarrollo de vacunas en países pobres para enfermedades infecciosas emergentes y garantizar un acceso equitativo a la población durante situaciones de brotes.

Según Rodríguez, esta medida apunta a fortalecer la preparación global para futuras pandemias, con especial énfasis en naciones en vías de desarrollo.

Obtener vacunas en países pobres es fundamental por varias razones significativas:

  1. Equidad en la salud: Garantizar el acceso a vacunas en países pobres o menos desarrollados es crucial para reducir la brecha de desigualdad en la salud a nivel global. Proporcionar vacunas a estas naciones ayuda a proteger a sus poblaciones de enfermedades infecciosas que pueden ser prevenibles con inmunización.
  2. Contención de enfermedades: Las enfermedades infecciosas no conocen fronteras y representan un riesgo para todo el mundo. Si no se controlan en todos los países, existe la posibilidad de propagación a otras regiones, lo que puede llevar a brotes y potenciales pandemias.
  3. Bienestar económico y social: La inmunización no solo protege a las personas, sino que también tiene un impacto positivo en la economía y en la estabilidad social. Reducir la incidencia de enfermedades permite a las comunidades continuar con sus actividades diarias, incluyendo la educación y el trabajo, sin interrupciones por problemas de salud prevenibles.
  4. Compromiso global y solidaridad: La lucha contra las enfermedades infecciosas debe ser un esfuerzo global. Ayudar a los países pobres a acceder a vacunas no solo responde a un imperativo ético y humanitario, sino que también fortalece la solidaridad y cooperación entre naciones.

Así las cosas, la vacunación en países pobres no solo beneficia a esas poblaciones específicas, sino que también es una estrategia de prevención de salud pública a nivel mundial. Ofrecer vacunas en países pobres es esencial para proteger a la población global y evitar la propagación de enfermedades infecciosas.

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