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En el desarrollo de cualquier enfermedad vírica, como puede ser en este caso el coronavirus, presentará a lo largo de su vida una serie de mutaciones, llegando a crear centenares de variantes que pueden afectar de formas diversas a nuestro organismo. En el mejor de los casos, estas nuevas variantes, serán menos agresivas, más fáciles de detectar o menos contagiosas. Pero en algunas ocasiones, una variante puede provocar nuevas complicaciones que requieran de actuaciones eficaces.
Este es el caso de las ultimas mutaciones registradas BA.4, BA.5 y XE, que se han presentado principalmente en Sudáfrica y que durante la primera semana de abril ya representaban el 50 % de los casos diagnosticados. El principal temor es que estas variantes afecten al organismo a pesar de las vacunas.
¿Podrían las vacunas no ser eficaces ante estas nuevas variantes?
Aunque el coronavirus parece esta en plena replegada, es importante no bajar la guardia. El control y las investigaciones de la enfermedad se mantienen activos para informar de cualquier modificación o repunte que el virus pueda tener. Así lo vemos con la notificación de estas tres nuevas variantes, la BA.4, BA.5 y XE, que provienen del linaje de la ómicron, una de las mutaciones más contagiosas aunque menos mortal. Estas variantes se han registrado ya en varios países, el principal afectado esta siendo Sudáfrica, pero algunas naciones europeas también se han visto afectadas.
La particularidad de estas variantes, concretamente de la BA.4 y la BA.5, es que se tratan de mutaciones en los aminoácidos del virus, estos residen en la proteína de pico del virus, el mismo que sirve como llave a nuestro sistema. El haber pasado la enfermedad o tener las vacunas puestas, ayudan a nuestro organismo a generar anticuerpos que defienden nuestro sistema. El problema está en que si la llave de entrada se modifica demasiado, nuestros anticuerpos volverán a estar vulnerables ante la mutación. Esto sumado a una posible recombinación con la variante XE, que ayude a que el coronavirus evada nuestra inmunidad, es lo que ha encendido las alertas.
De momento, la doctora María Van Kerkhove, principal epidemióloga de la Organización Mundial de la Salud, señalaba que: "Hasta ahora hay menos de 200 secuencias disponibles y esperamos que esto cambie (...) Estamos siguiendo (el virus) muy de cerca para ver si hay algún repunte en la detección de casos, pero (de momento) no hemos visto ningún cambio en la epidemiología o en la gravedad".
Sin embargo, desde la Organización Mundial de la Salud, se haya llamado a la vigilancia del virus y sus variantes, y a no bajar la guardia ante el descenso de casos y fallecimientos que se han estado registrando de forma global. Aunque muchos países continúan rebajando las restricciones, como es el caso de España, donde ya se puede ir sin mascarilla en algunos espacios cerrados y en exteriores. Es cierto que cada vez se respira con mayor normalidad, pero no debemos olvidar el COVID-19 sigue entre nosotros.
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