Vino ecológico: así se consigue llenar una copa de sostenibilidad

El vino ecológico lleva presente desde hace muchos años en España, y su consumo aumenta conforme la sociedad va concienciándose sobre la sostenibilidad.

Pero este tipo de vino procede de uvas cultivadas ecológicamente, donde no se está permitido el uso de productos tóxicos ni en terrenos ni en viñedos.

Durante los últimos años, el vino ecológico ha ido abriéndose hueco al contar con acciones sostenibles en todos y cada uno de sus procesos de elaboración.

Así es el vino ecológico

No podemos olvidarnos de que España continúa siendo uno de los países que más vinos exporta al mundo por delante de Italia y Francia, en 2020 las ventas se situaron en 2.012 millones de litros.

Los viñedos que ayudan a producir el vino ecológico están libres de fungicidas sistémicos, pesticidas y de herbicidas químicos, pero se permite usar azufre y sulfato de cobre para el tratamiento de las viñas.

Las empresas vinícolas que apuestan por esta elaboración sostenible persiguen conseguir el sello ecológico, con el que pueden demostrar la responsabilidad que tienen a la hora de producir cuidando del medio ambiente y del entorno natural.

Y no pienses que encontrar un vino ecológico es difícil, pues basta en fijarse si lleva su certificación, que además debe actualizarse cada año.

En este tipo de sostenibilidad podemos nombrar a compañías como Vinimia, una bodega digital que busca alcanzar los ODS consiguiendo un acercamiento del sector vitivinícola a los consumidores, para que a la hora de escoger un vino, sepamos de primera mano quién es el productor y cómo ha sido la forma de producirlo.

Así debe ser la cadena productiva de los vinos ecológicos:

• Utilizar abonos naturales
• Que los niveles de carbono durante la clarificación sean mínimos
• No utilizar agrotóxicos ni ningún componente químico
• No usar maquinaria durante labores de siembre y recogida y que dichas maquinas no estropeen en terreno
• No eliminar aquellas plantas de alrededor que no impiden el crecimiento de la viña
• Emplear corchos de origen natural para el embotellado
• La etiqueta del vino debe especificar cada componente y su elaboración

Cabe destacar que muchas bodegas responsables también se guían por conseguir que el consumidor deleite su paladar con un producto totalmente natural, libre de pesticidas, por lo que utilizan siempre uvas no dañadas.

Una bodega tradicional aprovecha el 80 % de la uva, más o menos, mientras que las bodegas ecológicas reducen ese porcentaje, utilizando un 45 % del producto.

Superficie ecológica de viñedo

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), estima que la superficie ecológica de viñedo creció un 7 % anual en 2019, lo que supone a su vez el 5,15 % de la superficie ecológica nacional de cualquier cultivo.

Dando lugar al 26,88 % de la superficie ecológica mundial dedicada a la vid, donde España ocupa así el primer puesto, por delante de Italia, Francia y China.

El director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, aseguró en declaraciones a EFE que el vino ecológico está teniendo una evolución “claramente creciente”.

Según Benítez, esto se debe a que "ya que hay más bodegas que producen vino ecológico y más demanda en mercados exteriores como Suecia, Alemania, Suiza, Dinamarca, Japón, Estados Unidos y Canadá".

Pero uno de los problemas es que la demanda interior en España, apenas llega al 1,8 % de la compra total de alimentos, y al 1,5 % de la adquisición de productos ecológicos, según estimaciones del MAPA.

Pero el vino ecológico cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, pues han lanzado un plan de acción para ayudar a los productores europeos a que den el salto a esta producción responsable, para poder llegar al 25 % de la representación de la superficie agraria en 2030.