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El debate en torno a la negación de la violencia de género destaca la necesidad de continuar trabajando para promover la igualdad de género y garantizar la seguridad de todas las personas, independientemente de si son mujeres u hombres.
La violencia de género es un problema serio que requiere la atención y el compromiso de toda la sociedad para abordarlo de manera adecuada.
Dos décadas después de la ley contra la Violencia de Género que impulsó el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vuelve a abrirse un debate que parecía ampliamente superado: ¿existe la violencia machista?, ¿es lo mismo la violencia intrafamiliar (expresión alegal) que la violencia de género?
Interrogantes puestos encima de la mesa tras la negación de la primera por la formación de ultraderecha Vox y que el PP, a tenor de los pactos alcanzados en determinadas instituciones, abona, contribuyendo a que se expanda la duda. Pero las respuestas son claras. Sí existe la violencia machista y no, no es lo mismo la violencia de género que la violencia doméstica.
Cada siete días es asesinada una mujer a manos de su pareja y un hombre cada dos meses
La violencia de género es una realidad avalada por los numerosos informes y sentencias del Tribunal Constitucional, el Supremo y el resto de tribunales, así como y, especialmente, el Observatorio de la Violencia de Género y Doméstica del CGPJ que lleva lustros estudiando ambos tipos de agresiones, con un resultado claro: sí hay violencia machista y no es comparable con la doméstica ni por las motivaciones ni por las dimensiones.
El porcentaje de asesinatos por violencia contra las mujeres sobre el total de muertes en el ámbito de la pareja es del 94,2 % en el 2022. 50 mujeres asesinadas por sus exparejas en el 2021 (último informe detallado disponible), una cada siete días; 6 asesinatos de hombres a manos de sus mujeres, uno cada dos meses.
¿Y víctimas? Los últimos datos recogidos por el INE no dejan lugar a dudas. En el 2022, 33.209 mujeres fueron víctimas de la violencia de género frente a las 8.151 de violencia doméstica. De estas últimas, 3.202 son hombres y casi 5.000, mujeres (el 60,7 %). En este último caso, la mayoría de las agresiones se producen de hijos a padres, el 37 % (3.208); el 26,7 % de padres a hijos (2.316) y el 26 %, de un hermano a otro. Y se han denunciado 154 agresiones a los abuelos. En todos los tipos de violencia, los agresores condenados reciben sus correspondientes penas según la ley (36.161 hombres en el 2022 en el caso de la de género; 7.022 en la doméstica).
Vox niega la violencia de género por ser un “concepto ideológico”
"Claro que hay una violencia contra las mujeres", reconocía Santiago Abascal al tiempo que se negaba a denominarla violencia de género, porque asegura que se trata de un concepto "ideológico": "Nosotros creemos que el sexo es una cuestión biológica, pero el género, autopercibido, en el que uno se siente una cosa o se siente otra es un concepto ideológico que nosotros no compartimos", ha señalado en una entrevista en AR, en Telecinco.
Así justifica el líder de Vox su rechazo a un término que fue empleado por la ONU en su Asamblea general de 1995, hace casi 30 años. En esa asamblea, celebrada en Beijing se subrayó que "el término "violencia contra la mujer" significa cualquier acto de violencia de género que resulte, o pueda resultar en, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer".
Por favor, negar la existencia de violencia de género se hace en países como Afganistán, pero hacerlo en el entorno de la UE y del Consejo de Europa supone desconocer profundamente los avances jurídicos internacionales en materia de género y de derechos humanos conseguidos a este lado del mundo.
La RAE recoge el término y lo califica como una "manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres". Una definición que está perfectamente incorporada en el sistema español, donde con los años se han ido creando incluso juzgados especializados para atender estos casos, que en lo que llevamos de 2023 son 18 y desde 2003 -cuando se empezaron a contabilizar- suman 1.202.
Está claro que Vox ha resucitado un debate que parecía superado
Al huir de la palabra género, Abascal diluye la violencia machista entre otras del ámbito doméstico. Al tiempo, asegura que su partido es el más duro con las agresiones de todo tipo, especialmente la que afecta a las mujeres, niños o ancianos. Sin embargo, se resiste a individualizarla como un fenómeno con entidad propia, pese a que también en España, hace quince años, el Tribunal Constitucional avaló la ley que incluye ese término : la Ley Integral de Protección contra la Violencia de Género.
De momento, Vox ya ha señalado su intención de derogar esa ley, que no cuestiona ningún otro partido, y cambiarla por una de "protección a las mujeres y a las familias" porque según ellos, la actual norma "criminaliza a la mitad de la población".
Vox reconoce que hay una violencia contra las mujeres, igual que la hay contra los hombres, contra los niños, o los ancianos. Y asegura que su partido quiere luchar contra todos esos tipos de violencia, haciendo especial hincapié en la que afecta "a los más vulnerables", que son las mujeres, los niños y los ancianos.
Su término para enmarcar este tipo de agresiones es "violencia intrafamiliar". Es el que aparece en los acuerdos de Gobierno de Castilla y León y la Comunidad Valenciana, donde el partido ha conseguido imponer su lenguaje a sus socios del PP.
La violencia intrafamiliar se conoce como aquella que se ejerce en el seno de la familia, sea cual sea su autor y su víctima. De hecho, el Consejo de Europa la define como “toda acción u omisión cometido en el seno de la familia por uno de sus miembros, que menoscaba la vida o la integridad física o psicológica, o incluso la libertad de otro de los miembros de la misma familia, y que causa un serio daño al desarrollo de la personalidad”.
A mi estas afirmaciones en boca de quienes pretenden llevar las riendas de un país, me dan miedo, ¿adónde vamos a llegar?. Si ellos están hartos de escuchar este término, nosotras estamos hartas de vivirlo. La violencia de género es violencia de género porque se dirige sobre nosotras, las mujeres, por el hecho mismo de ser mujeres, PUNTO. Por ser consideradas, por los agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión que los hombres. Es el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. No hay lugar para cuestionar términos como este.
¿Y son estos señores quienes van a ocupar 4 años el Parlamento Balear (por ejemplo)? La dimensión de las violencias doméstica y de género es evidente. Tanto, que hasta el magistrado del Supremo, Vicente Magro (ex senador del PP), no duda en calificar la violencia machista de “terrorismo de género”. Lorente cree que este debate solo busca invisibilizar una realidad en favor de un machismo que se ha reactivado en los últimos años.
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