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Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) han generado un fuerte desacuerdo entre los ciudadanos en Barcelona y Madrid, según una encuesta realizada por el club automovilístico RACC y la aseguradora Zurich.
A pesar de los objetivos de reducir la contaminación, el 80 % de los encuestados expresó su insatisfacción con la gestión de estas áreas implementadas en 2020 y 2021 respectivamente.
Apoyan al objetivo de reducción de emisiones pero descontento con la ejecución
Aunque la mayoría de los ciudadanos respalda la idea de reducir las emisiones de gases y partículas contaminantes en los centros urbanos, con un 55 % de apoyo entre los madrileños y un 51 % entre los barceloneses, la insatisfacción con la gestión de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) es evidente.
Según la encuesta, el 90 % de los ciudadanos considera que es muy difícil entender el funcionamiento de estas zonas. Además, existe la creencia generalizada de que las ciudades deberían tener criterios uniformes en la aplicación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), con un 60 % de los encuestados en Barcelona y un 59 % en Madrid compartiendo esta opinión.
Rechazo a restricciones y dificultades en cambiar hábitos de movilidad
El desacuerdo se acentúa aún más cuando se trata de restricciones y prohibiciones. La mitad de los madrileños y el 55 % de los barceloneses se oponen a un aumento de las restricciones sobre los vehículos con etiqueta B (amarilla). El establecimiento de un posible peaje urbano también se encuentra entre las medidas impopulares, con un 70 % de desacuerdo en Madrid y un 68 % en Barcelona.
En ambos casos, los residentes del área metropolitana son los que manifiestan una mayor oposición.
Impacto limitado y perspectivas divididas sobre la renovación de vehículos
La encuesta revela que, a pesar de la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), la mayoría de los ciudadanos no ha cambiado significativamente sus hábitos de movilidad, con un 65 % en Madrid y un 75 % en Barcelona manteniendo sus comportamientos anteriores.
Además, pocos ciudadanos perciben un impacto positivo derivado de la instauración de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) o una mejora en la calidad del aire.
En cuanto a la renovación de la flota de vehículos, las opiniones son diversas. Solo la mitad de los encuestados que compraron vehículos nuevos optaron por coches con etiqueta Eco, y solo un 5 % adquirió vehículos de emisiones cero. La compra de vehículos con etiquetas C y B también se mantiene, lo que refleja una falta de adopción de vehículos más eficientes.
Retos y perspectivas futuras
A nivel legislativo, la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha señalado la importancia de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) como medida para cumplir con los compromisos medioambientales. Sin embargo, a día de hoy, solo el 10 % de las ciudades españolas con más de 50.000 habitantes han implementado ZBE, a pesar de la obligación europea. Se han enviado advertencias a ayuntamientos "lentos" sobre la posible devolución de fondos europeos si no cumplen con los requisitos.
En última instancia, la encuesta destaca la necesidad de abordar de manera más efectiva las preocupaciones y necesidades de los ciudadanos en la gestión de las ZBE. Además, se sugiere una mayor inversión en opciones de transporte urbano y sostenible, mejorando la intermodalidad y promoviendo aparcamientos seguros para bicicletas y vehículos de movilidad personal. También se insta a ofrecer alternativas y ayudas económicas a los usuarios más vulnerables y a proporcionar bonificaciones en el transporte público para quienes se ven afectados por las ZBE.
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