Un estudio reciente muestra que el cambio climático ha alterado rápidamente lagos en Groenlandia. En solo un año, estos cuerpos de agua han cambiado de color, reducido su calidad y aumentado sus emisiones de carbono.
La ESA y la Comisión Europea han incorporado un tercer satélite a la misión Copernicus para mejorar el monitoreo de las emisiones de CO2 y metano de origen humano.
Un equipo de investigadores propone sustituir materiales de construcción tradicionales como el concreto y el plástico por versiones modificadas que capturan dióxido de carbono (CO2).
El turismo costero, que representa el 50 % del gasto global, enfrenta amenazas del cambio climático. Para protegerlo, se necesitan 65.000 millones de dólares anuales hasta 2030.
El año pasado, los océanos alcanzaron temperaturas récord en su capa superior, el nivel más alto desde 1955, según un estudio realizado por 54 científicos internacionales.