La ONU insiste en limitar a 30km/h la velocidad en trayectos con alta presencia de personas

Limitar a 30 km/h la velocidad en las calles donde conviven coches y usuarios vulnerables como peatones, ciclistas y motoristas es el objetivo principal de la VI Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que durará hasta el 23 de mayo

La movilización bajo el lema 'Calles para la vida', busca establecer un compromiso político para instaurar este límite en zonas urbanas donde la presencia de viandantes es numerosa y con ello, obtener ciudades más segura y sobre todo más saludable. Esta medida no solo se relaciona de manera directa con la velocidad a la hora de circular, sino que se encuentra vinculada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en cuanto a salud, educación, ciudades sostenibles, infraestructuras, acción climática y asociaciones.

A esta petición se suma la iniciativa #Love30 donde se anima a todos los ciudadanos a firmar una carta abierta para que el límite de 30km sea una medida establecida en todas las partes del mundo, tanto ciudades como pueblos, independientemente del nivel de desarrollo o el número de vehículos en circulación.

Menor contaminación, mayor apoyo al medio ambiente

Además de evitar graves lesiones y reducir el número de accidentes, circular a 30km supone una disminución en el nivel de contaminación que se produce en comparación a otros niveles mayores de rapidez. En zonas limitadas con una velocidad más baja, los vehículos pueden desplazarse sin ningún tipo de problemas, además de con menos aceleraciones y desaceleraciones lo que deriva a una menor contaminación del medio. Otro de los motivos del llamamiento a utilizar este límite, es la sustitución del vehículo por medios de transportes como la bicicleta o incluso caminar a pie, reduciendo así la contaminación del aire y las emisiones de CO2, además de optar por altos beneficios para la salud de las personas.

El director general de Tráfico de España, Pepe Navarro, se suma a la idea y añade: "Los esfuerzos por reducir la velocidad tendrán un efecto beneficioso en la calidad del aire y el cambio climático, además de ser vitales para reducir el número de víctimas mortales y heridos por accidentes de tráfico".

Década de Acción por la Seguridad Vial

En esta Semana Mundial para la Seguridad Vidal se emite de manera oficial la Década de Acción por la Seguridad vial 2021-2030, unida a la Declaración de Estocolmo, la cual busca instaurar un enfoque integral para la seguridad vial y la mejora en las vías, vehículos, leyes y cumplimiento, así como los riesgos de un exceso de velocidad y consumo de alcohol.

En la Declaración se incluye un Plan de Acción con el fin de favorecer medios de transporte más beneficiosos para el medio ambiente como la bicicleta o el transporte público.

Desde el pasado 11 de mayo, España ya luce señales de limitación a 30km/h en calles con un único carril.

La polémica está servida, ¿tú qué opinas sobre el nuevo límite de velocidad?

La DGT se ha hartado de repetir por activa y por pasiva, en cada ocasión que ha tenido, los enormes beneficios que tiene circular a 30km/h.

Podemos estar de acuerdo en que al reducir la velocidad se rebajan también los riesgos de accidente y que, de tener estos lugares, al ir más despacio, las lesiones para peatones, ciclistas, etc. son menores, así como las posibilidades de que fallezcan al recibir un impacto. Pero (siempre hay un pero) estas medidas no mejoran la convivencia en ciudad, ¿para quién? Para cualquier usuario que no lleve un coche o una moto, porque a éstos se les está estrechando el cerco para hacer que las urbes sean un lugar mucho menos amigable para ellos.

Además, esto muy probablemente no va a reducir los atascos, el ruido y la contaminación, y que eso vaya a mejorar la movilidad sostenible.

El tema del ruido y la contaminación merece mención aparte. Circulando a 20 o 30 en lugar de a 50 no solo no va a haber menos ruidos y emisiones, si no que va a haber más. Los vehículos, en vez de circular en tercera a medio régimen, van a tener que estar en segunda más revolucionados, lo que es todavía más ruidos, produce más emisiones contaminantes y, como regalo extra para los conductores, hace que el coche gaste más.