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El cambio climático y sus consecuencias directas en la salud constituyen uno de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad.
Este problema se vive sobre todo en las ciudades, donde en la actualidad reside el 55 % de las personas de todo el mundo. A esto hay que sumarle que las urbes cuentan con los niveles de polución más elevados y la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1,3 millones de personas fallecen al año a causa de la contaminación atmosférica urbana, generada sobre todo por el uso del transporte en carretera.
Ante este panorama se pone de manifiesto la necesidad de actuar. Por ello, muchas ciudades europeas han optado por replantearse su modelo urbanístico y fomentar una movilidad sostenible que beneficie a todos.
Es muy importante potenciar un desarrollo sostenible, necesario para mantener el bienestar del Planeta y de sus habitantes, con especial importancia en un cambio en la movilidad
La movilidad sostenible tiene su razón de existir y proyectarse a futuro en la necesidad de facilitar a la sociedad un transporte cuya eficiencia y calidad tenga como consecuencia un impacto positivo en nuestro bienestar.
Actualmente, los gobiernos integran en su plan urbanístico proyectos que promuevan y faciliten una movilidad sostenible para reducir unos niveles de contaminación que crecen constantemente y sin aparente control, por eso la sociedad también jugamos un papel clave en estos proyectos.
Adaptando nuestra movilidad diaria al uso de la bicicleta o patinete (eléctricos o no), caminando, transporte público, o vehículos eléctricos podremos estar ejerciendo un bien mucho mayor y necesario. Además de ayudar, considerablemente, a reducir la huella de CO2 que generan millones de vehículos a motor a diario, contaminando bruscamente el medioambiente.
Las últimas capitales europeas en impulsar planes para fomentar una movilidad sostenible y reducir la dependencia del automóvil han sido Ámsterdam, Oslo y Londres.
- Ámsterdam y Oslo han eliminado plazas de aparcamientos en el centro de la ciudad.
- El distrito financiero de Londres, Square Mile, está planeando prohibir por completo el acceso de automóviles.
Otro claro ejemplo ha sido Amberes, que ha construido una red de carriles bici, ha ensanchado las aceras, ha creado nuevas áreas peatonales y ha impuesto restricciones de tráfico.
Una excepción a esta tendencia europea de creación de ciudades mejores para sus ciudadanos fue la paralización de Madrid Central. Pero ahora, una vez restablecido por decisión judicial, el nuevo ayuntamiento se plantea un plan de movilidad para los próximos 10 años. Este plan debería tener como premisa que las restricciones son solo una fase inicial hacia una perspectiva integral de la movilidad que solo puede ser facilitada por un modelo de consumo flexible.
Se hace necesario impulsar un desarrollo sostenible que permita un equilibrio a largo plazo
El aumento de la demanda en este ecosistema de movilidad deberá promover el uso de transportes compartidos, dedicando carriles exclusivos. Deberá mejorar la última milla mediante la facilitación del uso de la nueva movilidad eléctrica de dos ruedas; permitir una mayor flexibilidad a ciertos transportes que mejoren su eficiencia y acceso, y deberá flexibilizar el horario de entregas de las mercancías.
Pero estos nuevos modelos de consumo flexibles solo serán posibles con una regulación adaptada a nuestro tiempo. Un tiempo cambiante con escasez de recursos, donde la colaboración público-privada será cada vez más frecuente.
Sostenibilidad y movilidad, un dúo esencial
Para dar más visibilidad sobre su importancia, Decathlon pone el foco en 10 puntos clave sobre los que se construyen los planes de movilidad sostenible:
Economía personal
Los vehículos a motor son exponencialmente más costosos (mantenimiento, combustible…) que el mantenimiento de una bicicleta o un patinete.. por ejemplo.
Contaminación ambiental
El transporte, como decíamos, es responsable de más del 30 % de las emisiones de CO2 en la UE, de las cuales el 72 % proviene del transporte por carretera. Los coches son el principal contaminante, con un 60,7 % del total de las emisiones del transporte en carretera de Europa.
La movilidad sostenible es la gran esperanza para que comiencen a disminuir estas cifras alarmantes. Debe ser una cuestión prioritaria en nuestras vidas.
Salud pública
¿Sabías que, según la ONU, la contaminación del aire provoca 7 millones de muertes al año en el mundo? ¿Y que en España la cifra supera las 36.000 víctimas anuales? La movilidad sostenible contribuye seriamente a que descienda la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias, ictus o problemas de desarrollo cognitivo infantil, entre otros factores.
Estado físico personal
Este nuevo concepto de movilidad mejora notablemente las condiciones de salud. Escoger la bici para moverse por la ciudad desarrolla el estado físico de la persona, erradica el sedentarismo, reduce el colesterol y fomenta una alimentación más saludable, entre otros puntos.
Explotación petrolífera
La extracción de petróleo obviamente representa un riesgo para el medio ambiente. De este proceso se obtiene el combustible utilizado por los usuarios de vehículos. Si se da simultáneamente un avance en las energías renovables y se sustituyen los coches actuales por eléctricos, el fin de la era del petróleo pasaría a ser una realidad.
Empleo
El FMI predice que para 2040 los vehículos eléctricos podrían representar el 90 % del parque automovilístico en las economías avanzadas y más de la mitad en las economías de mercados emergentes.
Estrés y ansiedad
La tensión provocada por el intenso tráfico y los atascos en las grandes ciudades repercuten negativamente en nuestra salud mental. Son sinónimos de estrés, malhumor, ansiedad e irritabilidad para millones de personas a diario.
Utilizar vehículos silenciosos y evitar los atascos puede reducir el estrés, los trastornos de sueño, el dolor de cabeza, la falta de concentración y hasta las enfermedades del corazón.
Ciudades verdes
A medida que los vehículos sostenibles le vayan ganando el pulso al uso indiscriminado del coche, las urbes en las que vivimos se irán tornando más agradables.
Hablamos de ciudades verdes: menos carreteras y asfalto generarán más parques, vegetación y un aumento de la limpieza. Por ende, mayor embellecimiento y bienestar para todos.
Ruido
El ruido es otro de los protagonistas inevitables en ciudades con alto nivel de tráfico con altas tasas de contaminación acústica. Pero las alternativas de transporte sostenible generan beneficios evidentes: cada vez más modelos de coche y motos eléctricas se desplazan prácticamente en silencio.
Presencia abusiva de coches en el centro de las ciudades
La coexistencia saludable y bien planificada de espacios habilitados para el tráfico a motor, y otros reservados para medios de transporte sostenibles beneficia a todos: conductores, vecinos y personas que acuden a trabajar a diario a esas zonas.
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