Los adolescentes vulnerables desayunan con menos frecuencia y apenas consumen frutas, verduras y legumbres

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09/01/2023 - 14:30
Alimentación tardía durante la adolescencia

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Según las conclusiones recogidas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) en el “Estudio cualitativo sobre las percepciones en alimentación, prácticas alimentarias y hábitos de vida saludables en población adolescente”, los adolescentes vulnerables desayunan con menos frecuencia.

Además, dentro de la alimentación de este grupo social, apenas se incluyen alimentos como frutas, verduras o legumbres.

La familia es el factor “más influyente” a la hora de llevar una vida saludable

Optar por una alimentación variada y saludable es algo bastante complicado, sobre todo para los adolescentes vulnerables, quienes se exponen de manera más directa a las consecuencias económicas y sociales de sus familias.

De la misma forma, el “Estudio cualitativo sobre las percepciones en alimentación, prácticas alimentarias y hábitos de vida saludables en población adolescente” ha afirmado que los adolescentes vulnerables desayunan con menos frecuencia, además de que apenas consumen una dieta equilibrada y basada en frutas, verduras y legumbres.

El informe del estudio reunió el análisis del estilo de vida de un centenar de adolescentes de entre 12 y 14 años que cursan la Educación Secundaria Obligatoria en la zona de Cádiz, Málaga, Palma de Mallorca y Rivas Vaciamadrid. El objetivo del informe se centró en luchar contra la obesidad.

Cuando observaron los resultados se pudo comprobar que la familia se sitúa como el factor “más influyente” a la hora de llevar una vida saludable. A ello se le suman otros factores negativos que dan lugar a la situación que viven los adolescentes vulnerables, como la economía, la falta de tiempo o la presión social.

Las comidas varían en función de los barrios y las rentas familiares

Como hemos mencionado, los adolescentes se vuelven vulnerables en algunos aspectos de su vida en función del formato diario que tengan en cada familia, de ahí que la dieta de cada uno de ellos también varíe.

Normalmente, en los hogares con rentas más bajas, la comida suele centrarse en platos precocinados o basados en pasta, patatas o panificados. Sin embargo, en las zonas con una renta media-alta, los adolescentes suelen aumentar el consumo de carne, verduras, frutas y legumbres.

Por eso, los adolescentes vulnerables suelen contar con dietas muy pobres en alimentos sanos y variados.

Los hábitos saludables carecen entre los adolescentes vulnerables

Por último, el informe también destaca los datos en función de los hábitos saludables de la gente joven, así como la alimentación.

En general, en las zonas vulnerables y con una renta media-baja, sobre todo las chicas, realizan actividades activas. Sin embargo, en las zonas con una renta mayor, los adolescentes se centran en actividades extracurriculares.

A pesar de estas pequeñas diferencias, el ejercicio suele posicionarse como un hábito bastante saludable en ambos extremos, tanto en las rentas medias-bajas como en las más altas, lo que también puede influenciar a los adolescentes vulnerables y no tan vulnerables.

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