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El aire que respiramos se ha convertido en el centro de muchos de los pensamientos de la sociedad española. Encontrarse en un ambiente seguro, mantener una buena ventilación en el entorno es algo primordial para frenar el coronavirus.
Pero estamos en septiembre, lo que supone la vuelta a las aulas y a las oficinas. Estos sitios han estado cerrados durante mucho más tiempo que el normal debido al estado de alarma y al cierre inmediato en marzo de muchos centros de trabajo y de educación.
Es en estos sitios cerrados donde el COVID-19 aprovecha para difundirse con mayor rapidez y facilidad, por ello debemos de ser especialmente cuidadosos con ese aire que vamos a respirar en determinados sitios.
Vigilar el aire que respiramos no es sinónimo de paranoia o miedo compulsivo, sino que implica seguridad, precaución y respeto
Por ello, desde la BBC han publicado cinco claves con la que nos invitan a ponerlas en marcha para que juntos podamos evitar el coronavirus, vigilando el aire que respiramos en sitios cerrados:
- Evitar totalmente los espacios que están mal ventilados
Cuando entremos en alguna habitación y notemos el aire viciado o, lo que es lo mismo, cargado, es mejor salir de allí. Esto ocurre cuando no entra el suficiente aire fresco, clave para que se acabe diluyendo cualquier partícula infecciosa que pueda encontrarse en el ambiente.
- Debemos de vigilar los aires acondicionados
Está claro que el aire acondicionado es el fiel aliado del verano, pero en caso de encontrarnos ante un aparato de tipo "split", aquellos que cogen el aire de una estancia, lo enfrían y lo vuelven a expulsar, esto puede resultar peligroso.
El aire que respiramos en estos casos puede ser peligros, y más si hay personas que permanecen varias horas en dicho lugar. Además, estudios desde China revelaron que el aire acondicionado ayuda a difundir el COVID-19.
- ¿Proporción de aire fresco? ¡conócela!
Aquello edificio modernos con ventanas selladas, ¿cómo se ventilan?. Lo más normal es que el sistema de ventilación extraiga todo el aire cargado de las estancias, lo canalice a través de una unidad de tratamiento, donde pasa a mezclarse con aire del exterior.
En ese caso, el aire que respiramos tendrán mayor porcentaje de aire procedente del exterior, por lo que estaremos ante una mayor seguridad al respecto.
- Revisar los filtros
Los filtros de los sistemas de ventilación no son infalibles, y hay numerosos estudios que revelan que el COVID-19 puede traspasarlos.
En estos casos para que el aire que respiramos sea seguro, debemos de limpiar los filtros con regularidad, pero eso tiene que ser siempre, incluso antes de que hubiera pandemia.
- Las corrientes de aire se han vuelto un poquito traicioneras, ¡ojo con ellas!
Cómo hemos destacado, es muy importante renovar el aire, exista o no pandemia. Pero las corrientes siempre han sido algo astutas con la propagación de virus.
Ahora, en plena segunda ola del coronavirus, si una persona infectada está situada junto a una ventana abierta, puede propagar el virus en la dirección del viento. Por ello es bueno evitar las corrientes de aire.
Con estos pequeños trucos sobre el aire que respiramos, podremos contar con más precauciones y evitar que el COVID-19 te llegue o le llegue a los demás.
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