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Existe una lista de alimentos que previenen el cáncer, a estos los constituyen una serie de vitaminas, minerales y otros nutrientes buenos, que reducen el riesgo de padecer cáncer.
La alimentación y el riesgo de cáncer
Es bien sabido que hay una relación directa entre la alimentación, los hábitos y el ejercicio con el riesgo de padecer cáncer. En relación a las comidas, los investigadores han estado estudiando de qué manera se relacionan determinados alimentos, nutrientes y patrones de alimentación con el cáncer.
La nutrición es, sin duda, una parte importantísima también cuando hablamos del tratamiento contra el cáncer. Ingerir alimentos adecuados antes, durante y después de un tratamiento nos ayudarán a sentirnos mejor y a que nuestro organismo se encuentre con mucha más fuerza para hacer frente al cáncer.
Los beneficios de la dieta mediterránea
Por ejemplo, una alimentación basada en la dieta mediterránea podría llegar a reducir un 30% el riesgo de padecer cáncer de mama, según un estudio realizado por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III.
Los pilares de esta dieta son verduras, frutas, legumbres, pescado y aceite de oliva y, según el estudio, todos ellos se asocian con un menor riesgo de sufrir esta enfermedad de la que, solo en España, se detectan 26.000 casos cada año.
Los alimentos con propiedades anticancerígenas
Afortunadamente, contamos con una gran variedad de alimentos que se convierten en auténticos aliados y protectores frente al cáncer por sus propiedades anticancerígenas.
Los alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas, fibras naturales y minerales cuyo consumo habitual puede contribuir a una prevención eficaz del desarrollo del cáncer son el aceite de oliva, brócoli, espinacas, frutos secos, granadas, té verde, ajo y cebolla, legumbres, manzana y yogurt, entre otros.
Alimentos de origen vegetal
Estos alimentos contienen sustancias que ocurren naturalmente denominadas fitonutrientes. Entre los ejemplos se incluyen los carotenoides, o carotenos que se encuentran en verduras de color rojo, naranja, amarillo y algunas de color verde oscuro.
Los polifenoles, que se encuentran en las hierbas, especias, verduras, el té, el café, chocolate, nueces, manzanas, cebollas, bayas y otras plantas. Los compuestos de Allium, que se encuentran en las cebolletas, el ajo, el puerro y las cebollas.
Los antioxidantes
Los antioxidantes protegen de los oxidantes, que son sustancias que pueden provocar daño celular. Los oxidantes pueden producirse naturalmente, creados a partir de procesos celulares normales. O pueden producirse por el medio ambiente, por ejemplo por polución o el humo del cigarrillo.
Los alimentos antioxidantes incluyen beta caroteno, selenio y vitaminas C y E.
La fibra alimentaria
La fibra mueve los alimentos más rápidamente a través del sistema digestivo y da consistencia a las heces. La fibra ayuda a nutrir una comunidad saludable de microbios que vive en el tracto digestivo. Esta comunidad se denomina microbioma. Una microbioma saludable es asociada con un riesgo de cáncer menor.
Entre los alimentos que tienen fibra se incluyen los cereales integrales y semillas, incluida la cebada, la avena, Kamut, la escaña, el bulgur, el maíz, el psilio y el centeno. También el pan, la pasta integral, legumbres, frijoles, lentejas, guisantes, frutas y verduras.
La proteína animal
La carne de res, el pescado, la carne de aves, el marisco, los productos lácteos y los huevos son fuentes principales de proteína animal en la mayoría de las dietas.
De los alimentos mencionados, las carnes rojas y procesadas son las que generan mayor preocupación con respecto al riesgo de cáncer. Las carnes rojas incluyen el cerdo, la res, la ternera y el cordero. La carne procesada incluye tocino, jamón, embutidos, carne seca, salchichas, salami y otros productos de charcutería.
La soja protege contra algunos tipos de cáncer
La soja contiene fitonutrientes únicos. Los estudios de laboratorio sugieren que estas sustancias ayudan a brindar protección contra algunos tipos de cáncer. Sin embargo, los ensayos clínicos están definiendo más claramente el papel de la soja en la prevención del cáncer.
La relación entre la soja y el riesgo de cáncer de mama es especialmente complejo. Los estudios actuales sugieren que consumir hasta 3 porciones de alimentos de soja integral, como edamame, tofu, leche de soja y miso, es seguro y puede reducir el riesgo de cáncer de mama.
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