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El embarazo es una de las épocas más complejas de la maternidad, empezando porque no hay dos embarazos iguales y continuando con el hecho de que es un momento delicado para la salud de la mujer, ya que todo su cuerpo sufre una transformación importante y ahora deberá trabajar para el desarrollo de una nueva vida. Estos procesos son muy exigentes y lamentablemente, todo cuenta.
10 alimentos que es mejor evitar durante el embarazo
Sin embargo, hay algo que resulta mucho más importante que otra situación y es la alimentación. Durante el embarazo, la alimentación cobra especial relevancia, tanta que incluso muchos médicos y nutricionistas hacen recomendaciones específicas para asegurar tanto la salud de la madre como el correcto desarrollo del feto. Siguiendo estas recomendaciones, existen alimentos que quedan vetados durante este periodo y son:
Todos los lácteos siempre pasteurizados
Durante el embarazo, es crucial tener precaución con los lácteos. Se debe evitar cualquier producto no pasteurizado, ya que aumenta el riesgo de listeriosis, una infección seria que no se puede tratar con medicación cuando estamos embarazadas, por lo que es importante no cogerla.
Los yogures son seguros si están pasteurizados, pero se deben evitar los que dicen "leche fresca". Al elegir quesos, se deben evitar variedades blandas como brie, feta y camembert, a menos que estén hechos con leche pasteurizada. El queso roquefort también se clasifica como blando. Sin embargo, los quesos duros como cheddar o parmesano son opciones seguras durante para disfrutar.
Nada de pescado crudo
A pesar de que sintamos especial pasión por el sushi, mariscos o pescados crudos, incluyendo ahumados como mojama y bacalao, así como anchoas o boquerones en vinagre, habrá que aguantar 9 meses sin probarlos. Estos pueden contener parásitos o bacterias, como la listeria y el anisakis. Si hay antojo de estos alimentos, se recomienda congelarlos en casa antes de consumirlos para reducir los riesgos y siempre cocinarlos después.
Cuidado con los pescados grandes
En esta misma línea, debemos tener precaución con algunos pescados, sobre todo los de gran tamaño, ya que contienen una mayor cantidad de niveles de mercurio por pasar mucho tiempo en el mar. Algunos ejemplos son el tiburón, el pez espada o el lucio. Su consumo puede llegar a ocasionar partos prematuros.
Los mariscos
Hacemos hincapié con los mariscos porque es muy importante evitar su consumo al contener un alto riesgo de anisakis. Sin embargo, no hace falta que renuncies del todo a ellos, ya que también forman parte de una dieta equilibrada. Lo mejor es cocinarlos al vapor.
Si el pescado no se puede, menos la carne
Así como comer pescado crudo está totalmente desaconsejado, comer carne cruda también. Esto se debe a que puede contener toxoplasmosis, un parásito que se encuentra en la carne cruda y en las heces de gatos. Independientemente de qué tipo de carne se trate, es imprescindible que se cocine en condiciones. El consumo de carne cruda puede provocar partos prematuros e incluso un mal desarrollo cognitivo del feto.
Adiós a los embutidos
Los embutidos pueden estar hechos a base de carnes crudas y son un riesgo elevado de poder contraer listeria. En este grupo entra también el jamón serrano. Para poder comerlos podemos cocinarlos o asarlos siempre vigilando que no estén crudos.
Los patés y el foi
Volvemos a lo mismo: carnes crudas. Este tipo de alimentos se producen con carnes crudas y por tanto presentan el riesgo de tener listeriosis. Sin embargo, existen algunos que pueden estar pasteurizados y lo indicarán en la etiqueta. Este es el único caso en el que podemos consumirlo, aunque es recomendable no hacerlo de forma habitual.
Los huevos también cocidos
La salmonelosis, el principal riesgo de comer huevos crudos, y lo es para absolutamente todo el mundo. Esta bacteria es muy agresiva y puede suponer un importante riesgo para nuestra salud, más aún durante el embarazo. Por eso es imprescindible evitar tanto el huevo crudo como todos aquellos alimentos que lo contengan, como una tortilla de patatas poco cuajada o una mayonesa.
Las verduras, siempre lavadas
Esta es una recomendación válida para cualquier persona. Lavar las verduras es esencial para evitar ingerir bacterias y posibles químicos. También porque éstas pueden estar contaminadas por toxoplasmosis. Lavarlas con abundante agua es más que suficiente y si es posible, mejor cocerlas. Las verduras son más que recomendables durante el embarazo por sus importantes aportes nutricionales.
Brotes crudos
Si bien las verduras son muy sanas, existen algunos que debemos evitar comer crudos, como el rábano o la soja, ya que estos son propensos a contener bacteria E. Coli o incluso Salmonella por la forma en la que se cultivan. Por este motivo es esencial cocinarlos antes de consumirlos.
Evitar la comida precocinada
A pesar de que muchos de los productos precocinados pasan por controles alimentarios previos, lo cierto es que es mejor evitarlos para minimizar riesgos de que estén hechos con algún producto mal cocido o de los antes mencionados. Por eso es más que recomendable que durante el embarazo mantengas una dieta con platos preparados por ti misma.
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