Hablar sobre alimentos ultraprocesados y alimentos sanos es ya una práctica muy común entre la mayoría de los consumidores. Al comprar un alimento como, por ejemplo, una pizza o unos bollos, sabemos que no son alimentos sanos. Sin embargo, hay algunas personas que dudan de si el jamón serrano o el gazpacho envasado hayan podido ser procesados.
¿Qué significa que un alimento
haya sido procesado?
La buena alimentación y las rutinas diarias se han convertido en el mejor plan para gran parte de la población. Desde la llegada de aplicaciones que te ayudan a conocer los componentes de los alimentos, son muchos los que se paran a ver si se trata de alimentos ultraprocesados o si son medianamente sanos.
Aun así, existen muchas personas que dudan de si productos como el jamón serrano, el gazpacho envasado o algún tipo de cereal para el desayuno hayan sido procesados para su consumo. Pues bien, eso no es del todo cierto. Lo primero en lo que debemos fijarnos es en los ingredientes del alimento.
El químico y tecnólogo alimentario
e investigador del CSIC, Javier Sánchez- Perona, ha señalado que “si estos
granos contienen copos de avena y azúcar, no son altamente procesados. Por otro
lado, existen otros granos; o un yogur natural es un alimento procesado; Pero si
el yogur con sabor a fresa es demasiado azucarado, este producto también lo es”.
Por eso, es importante tener en cuenta algunos consejos para diferenciar a los alimentos ultraprocesados del resto. Sánchez- Perona nos ofrece estos cuatro:
- Tienen un alto nivel de procesamiento industrial.
- Son alimentos que no reconocen el ingrediente.
- Los alimentos ultraprocesados contienen altos niveles de azúcar, grasas saturadas o sal.
- Contienen ingredientes poco comunes de casa y, sobre todo, aditivos que potencian su atractivo. También existen otros ingredientes que potencian el aroma, el color y el sabor.
¿Por qué no podemos dejar de comer alimentos ultraprocesados?
Llevar una alimentación saludable de manera continua es algo bastante complicado, ya que los alimentos ultraprocesados están en nuestro día a día, además de ser deliciosos para nuestro paladar. Sánchez- Perona nos explica la principal razón por la cual no podemos dejar de comerlos: la gente es muy sensible a estas sustancias porque al principio son grasas saturadas, azúcar o sal, nos resultan muy apetecibles.
Al mismo tiempo existe otra razón por la que tenemos una respuesta a los alimentos ultraprocesados, y es la “Respuesta Supernormal”, lo que da lugar al estímulo. El experto destaca que “un alimento nos ayuda a nutrirnos, pero desde otro punto de vista puede tener una función hadonística, y eso trasciende nuestro carácter reaccionario”.
Cómo controlar el consumo
Los expertos advierten del peligro que puede causar un alimento intensamente procesado, por lo que recomiendan saber leer las etiquetas de los alimentos y comprobar si posee ingredientes y aditivos que puedan ser perjudiciales para nuestra salud.
Sánchez- Perona advierte que hay
estudios sobre su consumo en cuanto a la aparición de enfermedades
neurodegenerativas y cáncer, aunque no están del todo confirmados a nivel
científico.
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