La dieta antiinflamatoria tiene el objetivo de mejorar los síntomas de ciertas enfermedades, algo que es posible lograr haciendo pequeños cambios en nuestra alimentación.
Como ocurriera con la primera ola del coronavirus, la inseguridad económica ha provocado que cientos de familias en España se vean obligadas a pedir comida creando largas colas frente a los bancos de alimentos.
La ingesta debe estar “equilibrada” con el gasto calórico, las grasas no deberían superar el 30 % de la ingesta calórica total y es importante “vigilar” la presencia de grasas saturadas en la dieta.