17/08/2024 - 08:30
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El Alzhéimer no es necesariamente un destino inevitable, ya que casi la mitad de los casos podrían prevenirse o retrasarse mediante estilos de vida saludables que deben comenzar desde la infancia. Un reciente metaanálisis publicado en The Lancet ha identificado catorce factores de riesgo modificables para la demencia. Mientras que doce de estos factores ya eran conocidos, se han añadido dos nuevos: la pérdida de visión no tratada y un nivel elevado de colesterol LDL, conocido como colesterol "malo".
El Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta el cerebro, causando un deterioro gradual de la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Es la forma más común de demencia y generalmente afecta a personas mayores de 65 años, aunque puede aparecer a edades más tempranas. La enfermedad comienza afectando la memoria reciente y, con el tiempo, compromete otras funciones cognitivas, como el lenguaje, la orientación espacial y la capacidad para realizar tareas cotidianas. A medida que avanza, las personas con Alzhéimer se vuelven cada vez más dependientes de los demás para sus cuidados.
En España, se estima que alrededor de 800.000 personas viven con Alzhéimer, una cifra que podría aumentar debido al envejecimiento de la población. Esta enfermedad tiene un gran impacto no solo en quienes la padecen, sino también en sus familias y en el sistema de salud.
Nuevos factores de riesgo: plántale cara al Alzhéimer
El informe del que nos hacemos eco hoy en la redacción de GNDiario indica que el 9 % de todos los casos de demencia pueden asociarse a estos nuevos factores. De este porcentaje, el 7 % se atribuye a niveles elevados de colesterol LDL en la mediana edad, mientras que el 2 % corresponde a la pérdida de visión no tratada en la vejez.
Estos hallazgos destacan la importancia de tratar problemas de salud como el colesterol elevado y las deficiencias visuales para reducir el riesgo de desarrollar demencia.
Factores de riesgo preexistentes
Además de estos nuevos factores, el informe confirma los factores de riesgo ya establecidos por la Comisión Lancet en 2020. Estos incluyen bajo nivel educativo, discapacidad auditiva, hipertensión, tabaquismo, obesidad, depresión, inactividad física, diabetes, consumo excesivo de alcohol, traumatismo craneoencefálico, exposición a aire contaminado y aislamiento social.
Según el estudio, abordar y prevenir estos problemas podría evitar hasta el 40 % de los casos de demencia.
Importancia de la prevención y recomendaciones ante un nuevo caso de Alzhéimer
La Comisión Lancet hace un llamado a las autoridades para que tomen medidas preventivas más ambiciosas. Se espera que el número de personas con demencia se triplique para 2050, lo que hace urgente actuar. El informe propone trece recomendaciones para los gobiernos, como proporcionar educación de calidad, financiar audífonos, tratar el colesterol elevado y las deficiencias visuales, y reducir la exposición a la contaminación y el tabaquismo.
Las mejoras en el estilo de vida y el acceso a tratamientos adecuados pueden desempeñar un papel crucial en la reducción del riesgo de demencia a nivel global.
Ante el Alzhéimer, hay varias acciones que se pueden tomar tanto a nivel personal como comunitario para enfrentar la enfermedad y sus efectos:
1. Prevención y Estilo de Vida Saludable
- Mantener una vida activa: El ejercicio físico regular, una dieta equilibrada (como la dieta mediterránea), y actividades que estimulen la mente, como leer, resolver puzzles o aprender algo nuevo, pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer.
- Control de la salud: Mantener controladas las condiciones de salud como la hipertensión, la diabetes, y el colesterol alto, así como evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, puede disminuir el riesgo.
2. Detección Temprana
- Estar atento a los síntomas: Si tú o un ser querido experimentan problemas de memoria, desorientación o dificultades para realizar tareas cotidianas, es importante consultar a un médico para una evaluación temprana.
- Evaluaciones médicas regulares: Consultar a un especialista en caso de sospecha, ya que una detección temprana puede ayudar a manejar mejor los síntomas y planificar el futuro.
3. Apoyo a los Afectados y sus Cuidadores
- Educación y formación: Informarse sobre la enfermedad para comprender mejor cómo afecta a los pacientes y cómo brindarles el mejor apoyo posible.
- Crear un entorno seguro y confortable: Adaptar el hogar para que sea un lugar seguro y accesible para la persona con Alzheimer, reduciendo los riesgos de caídas y desorientación.
- Apoyo emocional: Tanto los pacientes como sus cuidadores necesitan apoyo emocional. Grupos de apoyo, asesoramiento y programas de descanso pueden ser de gran ayuda.
4. Investigación y Participación
- Apoyar la investigación: Contribuir a la investigación sobre Alzheimer a través de donaciones o participando en ensayos clínicos puede ayudar a avanzar en el desarrollo de tratamientos y una posible cura.
- Divulgación y concienciación: Ayudar a difundir información sobre el Alzheimer para aumentar la conciencia pública y reducir el estigma asociado a la enfermedad.
5. Planificación del Futuro
- Toma de decisiones anticipadas: Es importante planificar legal y financieramente para el futuro, incluyendo decisiones sobre cuidados, poderes notariales y otros aspectos que asegurarán que la persona afectada reciba la atención que necesita.
6. Políticas Públicas y Recursos
- Apoyo gubernamental: Abogar por políticas públicas que apoyen la investigación del Alzheimer, el acceso a servicios de atención, y el apoyo a las familias afectadas.
- Acceso a recursos: Aprovechar los recursos disponibles, como centros de día, residencias especializadas, y servicios de atención domiciliaria, para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.
Enfrentar el Alzhéimer requiere un enfoque integral que incluya prevención, apoyo y una comunidad informada y comprometida.
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