El atletismo exigirá una prueba genética para competiciones femeninas

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09/04/2025 - 07:56
Competición de atletismo femenino

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El presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Sebastian Coe, anunció recientemente una nueva medida que marcará un antes y un después en la participación femenina en competiciones oficiales: todas las atletas que deseen competir en la categoría femenina deberán someterse a una única prueba genética. Esta nueva exigencia, que ha sido objeto de debate interno dentro del consejo de la federación, tiene como objetivo reforzar las condiciones de elegibilidad para proteger lo que se considera la equidad en el deporte femenino.

Un solo test en toda las pruebas de atletismo

La prueba de cara a la competición de atletismo, que se realizará a través de una muestra de saliva o sangre seca, considerada no invasiva, servirá para identificar la presencia del gen SRY. Este gen, presente en el cromosoma Y, determina el desarrollo sexual masculino en los humanos y en la mayoría de los mamíferos. Según explicó Coe, las atletas solo tendrán que realizar este examen una vez en toda su carrera deportiva.

Además del análisis genético, el test también medirá la sensibilidad a hormonas como la testosterona, lo que permitirá detectar posibles casos de desarrollo sexual diferente (DSD). Este conjunto de condiciones médicas puede provocar una producción natural de niveles de testosterona más altos de lo habitual en mujeres, lo cual ha sido un tema de debate en años recientes.

El debate sobre la testosterona y las mujeres trans

La Federación Internacional de Atletismo ya había tomado una postura firme hace dos años al prohibir que mujeres transgénero que hayan pasado por la pubertad masculina compitieran en eventos femeninos. En línea con esta política, también se exige a las atletas con DSD que reduzcan sus niveles hormonales para poder competir.

Estas medidas, aunque apoyadas por parte del sector deportivo, han sido altamente controvertidas. El caso de la corredora sudafricana Caster Semenya es un ejemplo emblemático. En 2018, Semenya impugnó las reglas que la obligaban a tomar medicamentos para reducir su testosterona. Si bien el Tribunal de Arbitraje del Deporte reconoció que las regulaciones podían ser discriminatorias, falló a favor de la federación, argumentando que eran necesarias para mantener la integridad competitiva del atletismo.

Exclusiones y resistencia de las atletas

En 2019, otro caso que generó titulares en atletismo fue el de la velocista nigerina Aminatou Seyni, quien se negó a someterse a un tratamiento hormonal y, como consecuencia, no pudo competir en los 400 metros durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Este tipo de decisiones han generado un intenso debate ético y médico sobre hasta qué punto deben intervenir las instituciones deportivas en la biología de los atletas.

Preparación legal ante posibles desafíos

Sebastian Coe ha manifestado confianza plena en que estas nuevas regulaciones resistirán eventuales impugnaciones legales. Asegura que la federación está jurídicamente preparada para enfrentar recursos o cuestionamientos que puedan presentarse, y ha enfatizado que el objetivo no es excluir, sino proteger de forma contundente la categoría femenina.

“El test previo servirá para asegurar la elegibilidad de las atletas dentro de la categoría femenina”, indicó Coe durante su encuentro con los medios.

Añadió que el proveedor del test para las competiciones de atletismo será seleccionado próximamente y se encargará de realizar los análisis conforme a los estándares científicos y legales más rigurosos.

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