Iván Cano, Irene Cerdá y Joan Sirera, jóvenes talentos que elevan el atletismo paralímpico español

Hace 20 años, Sergio Berbegal fundó el Club de Atletismo Alicante sin imaginar que encontraría su mayor satisfacción en el deporte paralímpico. Hoy, de los aproximadamente 300 miembros de su club, 25 tienen alguna discapacidad.

Este interés por el deporte paralímpico surgió por casualidad cuando conoció a la Federación Española de Deportes para Ciegos y le hablaron de Iván Cano, un joven atleta con gran potencial que buscaba entrenador en Alicante. Así fue como Sergio comenzó a trabajar con el centro de recursos educativos de la ONCE y a crear la sección paralímpica de su club.

De la superación al éxito internacional en el atletismo paralímpico con el apoyo de Finetwork

Hace 11 años, Iván Cano, que tiene albinismo y discapacidad visual, ha logrado varios éxitos internacionales, incluyendo una medalla de plata en salto paralímpico de Tokio 2020. El éxito de Iván llevó a Sergio a enfocarse más en los atletasparalímpicos, buscando no solo profesionalizarlos, sino también que disfruten del deporte. Desde hace años, trabajan con niños a partir de 6-7 años, comenzando de manera lúdica pero con un alto nivel de exigencia. Con el tiempo, los atletas avanzan en niveles y buscan alcanzar nuevos objetivos.

Esa exigencia le ha permitido obtener un patrocinio significativo de la empresa Finetwork, con la cual ha formado el Equipo Finetwork Medalla en París. Sergio Berbegal afirma que "solo podemos ser profesionales si ganamos, y para ganar necesitamos el apoyo de una empresa o patrocinador que nos permita dedicarme a ellos como entrenador. Esto incluye proporcionarles el respaldo necesario, como viajes y material. Tener una empresa grande detrás facilita la profesionalización".

Iván Cano el único clasificado

Para los próximos Juegos, solo Iván Cano ha logrado clasificarse hasta ahora. Sin embargo, el objetivo es construir una carrera a largo plazo y desarrollar futuros talentos del deporte paralímpico para las próximas competiciones, en las que ya hay varios candidatos prometedores.

Entre estos candidatos se encuentra Joan Sirera, quien, a pesar de haber tenido un año difícil, es un joven con albinismo y discapacidad visual que, según su entrenador, “con 18 años está entre los mejores del mundo. El año pasado, con 17 años, quedó décimo en la clasificación mundial de velocidad”.

Jóvenes promesas que elevan el deporte con marcas impresionantes

También destaca Irene Cerdá, una murciana de 15 años con ceguera total, que cuenta con “marcas impresionantes”. Juntos, no solo buscan alcanzar las mejores marcas y medallas, sino también elevar el perfil del deporte paralímpico y asegurarle el lugar que merece.

Desde entidades del tercer sector como la ONCE, se ha promovido el deporte entre personas con discapacidad. Iván, Joan e Irene comenzaron su andadura en el atletismo gracias a su entorno familiar deportivo. Iván, quien siempre estuvo en movimiento, fue inscrito en atletismo para ver si se cansaba. Rápidamente destacó en correr y saltar, y la ONCE le facilitó el contacto con el entrenador Sergio. Lo que comenzó como un pasatiempo se convirtió en una pasión, llevándolo a sus segundos Juegos Olímpicos. A pesar de sus logros deportivos, nunca abandonó sus estudios y ahora es ingeniero y profesor.

Joan, Irene e Iván superan desafíos en su camino hacia la excelencia

Joan Sirera, quien ha completado su primer año de fisioterapia, comenzó en el atletismo hace 8 años tras probar otros deportes. Aunque este año no logró clasificar para los Juegos de París, su entrenador destaca su juventud y potencial, y enfatiza la importancia de disfrutar del deporte.

Irene, la más joven, empezó a practicar atletismo tras perder la vista y a pesar de su incertidumbre sobre el futuro, se dedica con pasión al deporte. Viaja dos veces a la semana desde Murcia para entrenar en Alicante con Sergio, quien destaca su sacrificio y amor por el atletismo.

Iván, Joan e Irene persiguen sus sueños deportivos con gran motivación, especialmente en un año olímpico. Aunque no todos podrán participar en los Juegos de París, mantienen la ilusión y trabajan con el objetivo de mejorar y alcanzar futuros sueños, como los Juegos de Los Ángeles 2028 para Irene y el título de campeón paralímpico para Iván.