El playerito pectoral: vuela miles de km y no duerme por amor

Bart Kempenaers y Mihai Valcu, ambos del Instituto Max Planck de Ornitología en Seewiesen (Alemania), revelan en su estudio que los machos de 'playerito pectoral' ('Calidris melanotos') recorren miles de km por la preservación de su especie.

La mitad de la vida la pasan en el hemisferio su y la otra, en el círculo polar ártico, que es cuando se da su época de celo, y donde los investigadores vieron la capacidad que poseen de volar miles de km en busca de hembras fértiles.

La investigación revela como muchos machos visitan hasta 24 zonas de apareamiento diferentes en cuatro semanas, una media de 3.000 km de recorrido, incluso algunos hasta 13.000 km, lo que tardan en refresar al hemisferio sur.

El playerito pectoral, 100 gramos de pasión desmedida

Según los investigadores, creen que el comportamiento de los machos de playerito pectoral, que se han registrado por vez primera, pueden darse en otras especies.

Asimismo, descubrieron como la especie gracias a la medición de su actividad corporal, como son capaces de aguantar sin dormir durante el periodo fértil de las hembras. Dicha falta de sueño implica mayor numero de apareamiento y de descendientes.

Pero los expertos ven como una característica propia de los machos de playerito pectoral es el recorrer grandes distancia, una gran escala del territorio, algo propio de esta especie.

Además, según los patrones de conducta observados, se cree que dicha especie posee importantes implicaciones para las teorías de selección sexual y evolución.

Al no ser monógamos, no cuentan con la capacidad de crear poblaciones genéticamente diferentes, pues en las sociedades que si lo son, se da la aparición de subespecies que dan la oportunidad de evolucionar.

La investigación demuestra como el playerito pectoral deambula en busca de hembras receptivas. Así es la razón por la que cuenta con un amplia área de reproducción que va desde Siberia, pasando por toda la costa ártica de Rusia, Alaska y el norte de Canadá.

De esta forma aseguran descendencia en diferentes puntos geográficos durante una sola temporada de apareamiento. Pero cabe destacar que los machos abandonan a las hembras, pues sus encuentros son breves y para nada románticos.

Los ornitólogos explican el comportamiento del playerito pectoral así, "de coincidir en un mismo área, la mayoría de ellos no sería capaz de conseguir ninguna cópula. La abundancia de comida durante el verano ártico les permite recuperar energía con facilidad para viajes más largos. Hablamos de aves con una gran capacidad de vuelo, y pueden abandonar fácilmente una zona en la que no han tenido suerte o en la que ya no quedan hembras y probar suerte en otro sitio".

La selección natural, factor determinante del éxito de la especie

Los machos más fuertes son los que vuelan mayores distancias sin dormir. Además, al no ser la primera vez que se observa a esta especie, los investigadores pudieron hablar de la posibilidad de que algunos animales desarrollen una capacidad de prescindir del sueño en determinados momentos biológicos.

Es por ello, que observando y analizando al playerito pectoral, los investigadores sacan la hipótesis de que el sueño no es algo esencial, sino una forma de ahorrar energía cuando no hay otra necesidad para cubrir u otras actividades que hacer.