El bipartidismo pierde popularidad entre la gente joven y en los colectivos interesados en la política

Incertidumbre y una clara tendencia hacia modelos multipartido frente al bipartidismo tradicional. Estos han sido los dos principales resultados de las últimas elecciones generales del pasado 23J. Desde que España iniciara su camino con un sistema democrático allá por el 75, se asentó con ella un modelo de gobierno liderado por dos partidos mayoritarios que se turnaban en los gobiernos dejando poco espacio a las otras fuerzas minoritarias existentes.

Sin embargo, este bipartidismo parece haber llegado a su fin con la potente oleada que supuso la entrada en escena de partidos como Podemos, el primero en hacerse notar desde su fundación en 2014, Vox, más conocido por ser el contrapeso de ultraderecha, y Ciudadanos, una fuerza de corte liberal que buscaba hacerse un hueco en el centro de la política. Muchos les daban poco tiempo de vida, y solo para uno fue verdad: Ciudadanos. Pero el resto parece aguantar.

Los más jóvenes e interesados por la política defienden el multipartidismo frente al bipartidismo

Llevamos viendo ya en unas cuantas elecciones generales, y también municipales, que el bipartidismo parece haber quedado bastante lejos. En la actualidad, salvo excepciones como Isabel Diaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, es imposible gobernar en solitario. Los pactos y agrupaciones políticas se han hecho esenciales para conseguir la fuerza suficiente y sumar los escaños necesarios para gobernar. Esto también ha generado un especial grado de polarización ideológica.

Aunque el bipartidismo como tal parece estar en retirada en España, lo cierto es que no ha dejado de existir. El espectro político continúa teniendo solamente dos divisiones: izquierda y derecha. Dentro de estos dos únicos grupos se reparten los partidos según la afinidad política, la tendencia ideológica y por supuesto el enemigo común. La diferencia radica en que esta forma de agruparse se muestra más variada en su interior.

Un 57 % de los jóvenes, personas interesadas en la política y votantes que se identifican más con las ideologías de izquierda, consideran que esto es positivo, mucho más que el bipartidismo. Así lo revela una encuesta realizada por la Fundación BBVA en la que estudiaron la cultura política en España pocos días antes de las elecciones con una muestra de 3.123 participantes.

¿Qué tiene de positivo el multipartidismo?

Si bien es cierto que el multipartidismo genera muchos quebraderos de cabeza en el sentido de que la gobernabilidad se complica a pesar de ser la lista más votada, como le ha pasado a Alberto Núñez Feijóo en las elecciones del 23J, o que favorece a que los partidos minoritarios tenga un mayor poder de decisión que lo que realmente le otorgan sus votos, ya que muchas veces para formar una coalición de gobierno estos tienen que ceder a cambio de ciertas condiciones.

Lo que los defensores de esta versión 'multi' frente al bipartidismo ven de positivo, radica en no cederle todo el poder a un solo partido, lo que limita sus acciones, favorece la intervención de otras ideas y límites, y de alguna manera se llega a una democracia más real debido a la diversidad, una diversidad como la que encontramos en la sociedad.