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La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto tres años y medio de cárcel al dueño de un bar de El Escorial por los ruidos que durante varios meses afectaron a la salud de la familia que vivía en el piso de arriba.
12.000 euros en indemnizaciones para la familia
La sentencia, que será recurrida ante el Tribunal Supremo, le atribuye un delito medioambiental y le obliga a indemnizar a la familia afectada con un total de 12.000 euros.
El acusado, según la sentencia, se hizo con este bar de la avenida de la Constitución de El Escorial a finales de 2012, regentando el local hasta finales de agosto de 2013.
Mientras tanto, según la resolución, esta familia sufrió los ruidos de la música nocturna que superaba el límite de 30 decibelios que marca la normativa.
El dueño del bar decidió no acometer las obras de insonorización
El acusado dejó el bar a finales del verano de 2013, cuando "decidió no acometer las obras de insonorización que, según le informaron en el curso de una inspección municipal, requería el local".
Los problemas por el ruido venían de muchos años antes pero durante este tiempo el "insomnio y ansiedad" crónicos que padecía una de las mujeres de la familia agravó sus síntomas "imposibilitando su curación".
Tres años y medio de cárcel
La Audiencia Provincial de Madrid ha decidido imponer tres años y medio de cárcel y una multa de 6.480 euros por un delito medioambiental, además de la prohibición de trabajar en el sector de la restauración.
También tendrá que indemnizar a los tres vecinos del piso de arriba, miembros de la misma familia.
Los jueces del Tribunal Supremo consideran probado que el local generó durante meses "ruidos en horario nocturno que perturbaban la tranquilidad mínima de sus vecinos, impidiéndoles conciliar el sueño". Ruidos que se prolongaron durante meses y conocía "la alta probabilidad de estar impidiendo el sueño de sus vecinos, de perjudicar intensamente su sosiego y su calidad de vida en el ámbito domiciliario".
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