Cataluña acata las decisiones del estado de alarma aunque mantiene una posición hostil

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27/03/2020 - 17:01
Reunión entre Pedro Sánchez y Joaquin Torra/ RTVE

Lectura fácil

Se pone el foco en la Comunidad de Madrid ante la situación dramática que está provocando COVID-19. Mientras tanto, desde Cataluña se insiste en el cierre de este territorio, con el argumento de proteger a la ciudadanía. La región de Murcia también apostó por esta medida pero desde el Ministerio del Interior se indicó que esa competencia no la tenía esta comunidad, y se añadió que durante el estado de alarma hay un mando único, dejando entrever que todas las Comunidades Autónomas  deben remar unidas según las decisiones que marca el Gobierno. Murcia no volvió a pronunciarse.

La situación anómala provocada por el coronavirus, tuvo un momento de inicio, el estado de alarma con la publicación del Real Decreto, y desconocemos su fin y la manera en la que se procederá. Vemos las tensiones a modo de crítica velada desde Cataluña al Gobierno. También se difunden desde otras CC.AA por la forma de gestionar esta situación.

Ausencia de consenso

El caso es que Cataluña, toma el estado de alarma como un “155 en cubierta”, dijo el president Torra.

El president también insiste en el cierre de Igualada, una comarca que ha despuntado en casos de COVID-19, y donde el gobierno de la nación manteniendo, el estado de alarma e insistió en sus diversas comparecencias advirtiendo que el virus: “no entiende de territorios ni de fronteras”.

Según informa Toni Bolaño en La Razón, “Torra envió al vicepresidente, Pere Aragonés, también infectado, y a la consellera de Empresa, Àngels Chacón, a convencer a los empresarios y sindicatos. No lo consiguieron. Las patronales, Foment del Treball -Josep Sánchez Llibre- y PIMEC -Josep González-, dijeron no a las veleidades de Torra”. Los agentes patronales y sindicales le expusieron un “no” a Torra ante la insistencia del cierre, argumentaban que provocaría un gran déficit económico en la zona.

Aun así, Torra, en el pulso con el Gobierno de España, lanzó una comunicación en la que se indicaba el cierre de la comunidad autónoma, a pesar de carecer de competencias para ello.

Tampoco se avisó a los ministerios competentes, aún así se puso la maquinaria en marcha. El titular fue: “España no hace nada para evitar el contagio en Cataluña”. El siguiente paso fue el de indicar al conseller de Interior, Miquel Buch, para poner a los Mossos a realizar controles en autopistas y carreteras limítrofes con Aragón o Comunidad Valenciana. Los medios se hacían eco de lo que estaba ocurriendo. Se trataba de un agravio comparativo con respecto a otras comunidades al no tener potestad para ello y un desorden al mando único. aún así, lo intentó. Y el día 16 de marzo, Torra comunicó que había dado positivo por COVID-19.

En estos días ponemos atención en la descoordinación europea y la falta de apoyo entre los países en un momento donde cada país toma sus propias decisiones con respecto al confinamiento (duro o laxo), y dejamos por momentos de poner la mirada en España y su situación con respecto a las 17 Comunidades Autónomas, donde al igual que ocurre con Europa, cada comunidad toma sus decisiones.

Estas convocatorias de conferencia de presidentes, están teniendo como aspecto positivo, que a diferencia de otras ocasiones, esta vez acuden todos. Aunque como vamos a observar, también la situación se vuelve a tensar.

Torra se negó a suscribir el comunicado conjunto y con tono grueso se quejó al advertir que Cataluña no tenía competencias para hacer frente a esta crisis. En otros momentos, desde el País Vasco, iban de la mano con Torra en algunas decisiones de calado político. Esta vez, no fue así, Urkullu, no le apoyó.

En Twitter y desde Bruselas se hacían referencias a esta situación y se criticaba la posición del Gobierno de España con respecto a la petición de Cataluña, del mismo modo, el ente públicos subrayaba las palabras de Torra y su equipo.

De forma cíclica cerramos esta información

Y es que en estos días Cataluña aumenta de forma exponencial el número de personas afectadas y por más cuentas que hemos realizado, los números no salen. La consejera de salud ha indicado que en Cataluña se van a multiplicar por tres el número de camas  en la UCI. Y dado el número de personas afectadas y fallecimientos, siguen faltando camas. Actualmente hay 600 camas de UCI, cuando se tripliquen, habrá 1.800. La Vanguardia publica un informe donde se indica que la semana que viene habrá 2.000 personas que necesitarán esas camas de UCI.

Salvar a la población es nuestro gran reto. Y hablamos ahora en plural, ya que cada uno aquí tiene su papel. El nuestro, quedarnos en casa realizando teletrabajo, y cada cual tiene el suyo.

Habrá que observar el talante de Torra y cómo se gestiona toda esta crisis en Cataluña sin que la condición independentista sea un camino para abrir nuevamente la tensión social y política.

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