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Más de 40 hectáreas ha sido calcinadas en la Ciudad Autónoma de Ceuta. La zona de Arroyo de Calamocarro y Anyera es uno de los primeros grandes incendios del verano y el de mayor envergadura que ha sufrido la ciudad autónoma.
La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, ha asegurado que el fuego se encuentra "totalmente perimetrado" y sólo falta culminar las labores de extinción.
EL fuego se declaró a las 03.00 horas de la madrugada del lunes
Las llamas obligaron a desalojar a una veintena de familias de casas y a un centro de internamiento de menores. Aún se desconocen las causas. El fuego se propagó rápidamente debido al fuerte viento de poniente, que dificulta las labores de extinción.
La veintena de familias desalojadas ya han podido regresar a sus casas, así como los catorce menores del centro Punta Blanca.
Fuentes del Gobierno de Ceuta han explicado que estas personas fueron desalojadas por precaución, ya que la fuerza del viento podía provocar que las llamas alcanzaran sus hogares.
Aunque las llamas no alcanzaron los hogares de los desalojados, esta medida se llevo a cabo por precaución debido a las rachas de viento
Las llamas han afectado a un Zona en Ceuta de Especial Protección de Aves (ZEPA) y un Lugar de Interés Comunitario (LIC). Esto también fue uno de los factores que obligó a desplazar a la ciudad autónoma a 58 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), con una veintena de vehículos de la base de Morón de la Frontera.
Para luchar contra el fuego se han desplazado 47 efectivos del Servicio de Extinción de Incendios de Ceuta y se han utilizado tres helicópteros.
Uno de ellos ha sido enviado por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con una cuba de 4.500 litros de agua; y otro de la UME; y un tercero de transporte y extinción con una brigada de refuerzo del plan contra incendios de la Junta de Andalucía (Infoca), que se ha desplazado desde Málaga.
La extinción del fuego depende de la evolución del viento
El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, ha explicado que la extinción dependerá de la evolución del viento y ha asegurado que hay un despliegue medios "suficiente" y "proporcionado" a la naturaleza del fuego.
Juan Jesús Vivas ha reconocido que la ciudad de Ceuta ha vivido "una situación muy lamentable y muy dolorosa", aunque se ha celebrado en parte, que no se hayan producido daños personales.
Las 40 hectáreas calcinadas suponen una de las mayores superficies que han ardido en la Ceuta, aunque el pasado año fueron otras 70 hectáreas en otro incendio de grandes proporciones.
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